Hace unos días comentaba mi opinión sobre la novela de Pamela Clare, Acoso Mortal. Hoy quiero hablaros de la cocina en dicha novela. La autora utiliza la gastronomía, entre otras cosas, para enriquecer la ambientación y que podamos ver de otra forma la variedad de culturas y orígenes de los personajes de la novela, que no son pocos.
En la novela nos encontramos con personajes que viven en Denver y son de origen árabe, con una protagonista medio sueca y medio estadounidense, con un protagonista de origen portorriqueño criado en el Bronx, con rancheros de Colorado… y más. Y la comida es parte de las señas de identidad de la cultura y el origen de cada uno y así no es mostrada.
Podemos encontrarnos con la parte más de América profunda (en este caso América utilizada como sinónimo de EEUU aunque a mi es algo que no me gusta porque América es un continente enorme y EEUU sólo una parte de él, me suena de lo más colonialista esta acepción) en platos como la carne de alce a la parrilla o el chile al estilo ranchero, las típicas hamburguesas, el batido de fresas y chocolate blanco o los huevos con bacon.
En cuanto a la parte de la cocina sueca, aparte de algunos nombres de difícil pronunciación y difícil escritura, encontramos cosas más sencillas como su típico desayuno a base de huevo cocido, pepino, su tradicional pan seco…
Hay una escena en la que la protagonista comparte mesa con una familia de origen árabe que vive en Denver (no daré más detalles de esta relación que es muy importante). Entre las viandas que sirven los anfitriones, que están de duelo, encontramos dulces, dátiles, queso, pan, ensalada, piña en rodajas, uvas, aceitunas, postres, arroz, y una gran cazuela de cordero.
Otra escena en torno a una mesa es un encuentro de trabajo; como la protagonista en un momento determinado de la trama no puede salir de casa, varios de sus compañeros de trabajo en un periódico de Denver trasladan allí la reunión laboral e incluso piden a domicilio la comida a un restaurante tailandés. Así vemos que entre lo que les traen hay panang con pollo al curry, rollitos primavera y arroz.
Una escena muy importante de la novela entre los protagonistas tiene también un componente culinario relevante, y así podemos leer “...sumergió la fresa en chocolate derretido, en azúcar moreno y a continuación en el plato de natra agria...”.
Otras de las recetas que se mencionan en la novela y que yo ya tengo anotadas en mi cuaderno de recetas de novela son el pollo al marsala, los burritos, la pechuga de pollo al horno con arroz silvestre con setas y espárragos y los huevos Benedict.
¿Qué os parece la riqueza de las menciones culinarias en la novela? ¿Algo en especial que se os haya antojado al leerlo?
Pues de todas las propuestas me quedaría con estas tentadoras fresas :o)
Pues si que hay referencias culinarias, pero es cierto que la comida es un factor de distinción muy importante entre la gente, de país a país o de religión a religión.
Besos,
Palmira
Si, si que lo es.
Besos.