La última novela que he leído es Lord Pirata, de Sabrina Jeffries. Es una lectura que tenía pendiente hace mucho tiempo, pero no me terminaba de animar. Las novelas románticas de piratas que había leído antes me habían dejado muy mal sabor de boca, me habían resultado tremendamente machistas. Pero resulta que Lord Pirata es todo lo contrario; la premisa de la que parte la novela y buena parte de lo que nos cuenta, es justamente una reivindicación del valor de la mujer y de su individualidad, de su derecho a decidir y de lo difícil que ha sido ser mujer en muchos periodos de la historia.
Londres, 1818. Sara Willis es hermanastra del Conde de Blackmore, Jordan. Plebeya de nacimiento, su madre, viuda, era una reformista que conoció a su segundo esposo, el Conde, en una de sus reuniones con los Lores para mejorar la vida de las reclusas. Sara y Jordan se han criado como hermanos y como tales se quieren y respetan . Pero a veces a Jordan le cuesta lidiar con las ideas reformistas de Sara, y su última ocurrencia le parece una absoluta insensatez tremendamente peligrosa: se ha empeñado en embarcarse en uno de los barcos que envían reclusas de Londres a Nueva Gales del Sur, para tomar nota de cómo son tratadas y velar por su seguridad y la de los niños que viajan con ellas. Para que los datos que recabe sean ciertos se embarcará no como un miembro de la nobleza, sino como Sara, una maestra que dará clases de cultura general a las reclusas y sus hijos.
Jordan hace bien en pensar en los problemas que pueda encontrarse Sara. En esa clase de viajes las mujeres son tratadas como ganado. Y a menudo se abusa de las reclusas de la peor de las maneras. Pero hay un peligro en el que no ha pensado: los piratas.
Gideon Horn, conocido como Lord Pirata, fue primero corsario y ahora, después de unos años de buenos botines, debido a que ya son muchos los países que quieren terminar con la piratería, piensa en retirarse para siempre junto a su tripulación. Existe una isla, no demasiado lejos de Cabo Verde, en la que no parecen haber reparado los barcos de rutas comerciales. La ha bautizado, utópicamente, Atlántida. Y allí planean instalarse y vivir el resto de sus vidas. Claro que les hacen falta mujeres y nada mejor que interceptar un barco de reclusas en viaje a Australia para liberarlas de un futuro horrible y convertirlas en las esposas que sus hombres necesitan.
Gideon está seguro de que las mujeres se mostrarán encantadas de ese quiebro a su destino y no puede ni imaginar que lo contrario suceda. Ni entiende la negativa de Sara a que las mujeres sean adjudicadas a los hombres como si de un botín cualquiera se tratase.
La autora se basó en algunos hechos reales poco conocidos para crear esta novela, que he leído rápidamente, porque es de lectura fácil y amena y, la verdad, engancha enseguida. Se aleja de los tópicos de las novelas románticas sobre piratas que había leído anteriormente, y sólo por eso ya merece la pena.
Teniendo en cuenta que no soy muy aficionada a esta ambientación, y lo que me ha gustado, creo que es de destacar. Seguro que si a ti te gusta esa ambientación, lo disfrutarás mucho.
Aunque comencé su lectura con reticencias, al final puedo decir que ha sido una lectura muy entretenida. Y me ha gustado conocer un poco más sobre las reformistas de principios del S. XIX y, también, sobre las mujeres que eran enviadas presas a las colonias.
Las pocas novelas de este tipo que he leído me han decepcionado por ser caricaturas totales. Ésta me parece más interesante por varias razones, y se sube en mi lista jejeje
Pobre qué larga es!
Besos y feliz fin de semana,
Palmira
¡Me imagino!!! Harás como yo, por cada uno que leemos, apuntar varios. Y así no hay manera, jejeje.
Besos.
Puede que me anime a buscarla y leerla, tiene toda la pinta de que me va a gustar. Si la leo te daré mi opinión.
Besos y feliz fin de semana.
Ya me contarás, Lucero. Espero que lo disfrutes.
Besos.