El color de los secretos

El color de los secretos, de Lindsay Jayne Ashford, ha sido mi última lectura. Se trata de una historia familiar que comienza cuando la protagonista, Eva, en plena 2ª Guerra Mundial conoce a un joven soldado afroamericano y se enamora de él. Las protagonistas de esta historia son Eva, en la primera parte, y su hija posteriormente.

Inglaterra, 1943.- Eva es una joven que trabaja en los ferrocarriles, ocupando el puesto que un día fue de su difunto padre. Tiene un hijo pequeño, David, y no está segura de si es una mujer casada o una viuda de guerra, pues hace ya dos años desde la desaparición de su esposo Eddie en el Sudeste asiático. En realidad, aunque le avergonzaría tener que reconocerlo, no se ve como una mujer casada cuando solamente ha vivido como tal con su esposo diez días. Y no todos ellos felices.

Un destacamento de soldados estadounidenses llega a la ciudad, entre ellos, un vagón de hombres negros. No pueden mezclarse con los demás, ni siquiera en muchas ocasiones en combate. Eva solamente ha visto un hombre negro en su vida, un anciano vendedor de escobas que vio una vez siendo niña. Pero cuando conoce a Bill, no tarda en enamorarse locamente de él.

Eva queda embarazada de Bill, pero un hijo mestizo puede ser más un problema que una bendición, tanto para el bebé como para sus padres. La sociedad no lo tolera, los problemas legales que ocurren a su alrededor les asustan y las leyes de segregación racial en Luisiana, el lugar del que procede Bill, impedirían que ambos viviesen juntos allí.

La novela me ha gustado mucho, aunque en ocasiones, sobre todo de la mitad en adelante, me parezca que corre demasiado. Es la parte del pasado más lejano, la vida de Eva joven, durante la guerra y recién terminada la misma, la que más me ha interesado. Y no porque la siguiente no sea interesante, más bien porque he tenido la impresión de que iba demasiado rápido en algunas ocasiones para dar solución a la novela en su parte final. Con todo, me ha parecido una historia agradable de leer, interesante y amena. He disfrutado con su lectura.

Me quedo, sobre todo, con una parte de la historia que a fuerza de ver películas de Hollywood parece muerta y enterrada. ¿En cuántas películas sobre esta época hay al menos un actor negro haciendo de soldado americano, que mejor o peor, está integrado en su batallón o grupo de combate? ¿En cuántas hemos visto que en realidad eran relegados a tareas de servicio o limpieza y que en muchos lugares no dejaban que se mezclaran con sus compañeros blancos? Pues eso. Todo queda tapado para mayor gloria de América, que es como ellos llaman a su país, con el nombre del continente al completo. Igual que olvidamos que murieron muchos más rusos combatiendo el nazismo que estadounidenses, 8,7 millones de los primeros por 405.000 de los segundos. Pero como dijo un hombre sabio, es que los estadounidenses hacen mejores películas.

En fin, dejando esto a un lado, os diré que la novela me parece muy recomendable, aunque no esperéis un gran novelón. Engancha, está bien narrada y una empatiza fácilmente con los personajes. En general, una buena lectura.