Hoy traigo unos calabacines aliñados con aceitunas negras, que no deja de ser una ensalada de calabacín cocinado, no crudo, con un aderezo lleno de sabor y que es el que marca la diferencia.
Estamos en plena temporada de calabacines, y aunque este año los precios están disparados, es de los vegetales más económicos que puedes encontrar en el mercado en la actualidad. Quieras que no, en estos tiempos hay que mirarlo todo.
El calabacín es ligero, tiene un alto porcentaje de agua y es muy versátil en la cocina. Con él puedes hacer infinidad de preparaciones, desde las más sencillas a las más elaboradas y complejas. Así que es estupendo para incluir en los menús de verano. En el blog hay decenas de recetas con calabacín entre las que puedes encontrar la que te conviene para cada menú.
La de hoy, estos calabacines aliñados con aceitunas negras, son ideales para servir como entrante ligero, ya sea en un almuerzo o para una cena. Apenas requiere tiempo ni trabajo, así que incluso con pereza es un buen plato de verano.
Después siempre puedes servir un principal sencillo y de temporada como unos filetes de pollo con cerezas, alguna carne o pescado a la plancha o una tortilla.
Calabacines aliñados con aceitunas negras
Con estas cantidades tienes para cuatro raciones de calabacines aliñados con aceitunas negras como las de las fotografías
Ingredientes para esta ensalada de calabacín y olivas
2 calabacines medianos
24 aceitunas negras
medio limón
una cucharada de ras el hanut
una cucharada de aceite de oliva virgen extra
sal
Cómo hacer calabacines aliñados con aceitunas negras
Pela los calabacines y córtalos en ruedas más bien finas, pero no tanto como para un carpaccio o para unas chips. Sazona y ponlos todos en un plato grande o en una fuente apta para uso en microondas.
Cocina a máxima potencia tres minutos en microondas. Remueve para que se haga por igual y pon a la misma potencia otro minuto más si quieres que quede un poco al dente o tres si lo quieres blandito. A mi me gusta la textura un poco al dente, pero eso ya es cuestión de gustos personales.
Reparte el calabacín en cuatro platos individuales de servicio para que se vaya enfriando.
Prepara el aliño mientras se enfría el calabacín. Para ello exprime el zumo y ponlo en un cuenco. Añade el ras el hanut y dilúyelo en él. Incorpora el aceite de oliva virgen extra y remueve mientras mezclas para obtener un aliño homogéneo.
Adereza con calabacines con el aliño y añade las aceitunas negras. ¡Listo, ya tienes un entrante de verano ligero, saludable y sabroso sin apenas trabajo!
Que rico tiene que estar.