Trasladar la regla de las tres erres (reducir, reciclar y reutilizar) a nuestro jardín es una excelente idea, muy sencilla de llevar a cabo y con óptimos resultados para el jardín y para el planeta.
* Reducir:
Reducir muy especialmente en consumo de agua (no utilizando para ello agua potable, evitando regar en horas de mucho calor, prefiriendo plantas que no precisen un excesivo aporte de la misma, eligiendo el sistema de riego más ecológico…), el uso de productos químicos (a ser posible evitándolo), el gasto en combustible (piensa si todo lo que sea susceptible de hacerse manualmente merece la pena ser hecho de otro modo)…
* Reciclar:
Reciclar es muy posible en el jardín, desde hacer compost (con las malas hierbas, hojas secas, plantas marchitas…), hasta aprovechar para el riego agua de las fuentes o el que puedas recoger del agua de lluvia, utilizar materiales de desecho para hacer carillones o bordes…
* Reutilizar:
Hay muchas cosas que podemos reutilizar en el jardín o en la huerta. Seguramente la forma más creativa de hacerlo consista en emplear a modo de macetero o jarrón objetos viejos que ya no se utilizan en casa (teteras antiguas, peceras, etc…). Otra buena opción es utilizar preparados vegetales para solucionar problemas de las plantas (medicina natural para tus propias plantas).
¿Qué ideas te animas a compartir para aplicar esta ley al jardín?
Yo suelo dedicarme a coger mariquitas cuando los rosales de Noja tienen pulgón o cochinilla. Son un excelente antibichos-no-deseados. Gratis y no contaminante…
Y al montón de compost le suelo añadir algunos desechos orgánicos de la cocina.
Besotes!!!
Yo tengo cuatro potos y cuatro cintas.Cuando venimos de vacaciones me las encuentro medio muertas y luego me paso el resto del año intentando revivirlas.Llega el verano y vuelta a empezar.A mi lo que me gustaría es tener un huerto,
pero creo que primero hay que comprarse una casa diferente.
Me encanta esta entrada 🙂
en el huerto se pueden plantar plantas fungicidas naturales como el ajo o la cineraria que ahuyentan a ciertas plagas, colocar las más altas y/o frondosas al lado de las que necesitan cierta sombra. Los desperdicios orgánicos para hacer compost también podemos reciclar todo lo que podemos triturándolo. Regar las plantas colgantes encima de otras siempre sobrará agua y la aprovechas. Utilizar plantas autóctonas que son las que mejor se adaptan ( la naturaleza es muy sabia ), escoger “suelos” que no necesiten mantenimiento salvo el de nuestras manitas, grava, corcho, albero, etc utilizar piedras y otros adornos para quitar cesped. Regar a goteo en vez de al chorro limpio que cada vez que veo a gente haciéndolo me duele es estómago.
¡Ay, Polita, benditas mariquitas! Cierto, les encantan sobre todo los pulgones, son muy beneficiosas. ¡y todavía hay quien las mata porque dicen que estropea los cultivos, madre mía!
Yo también añado al compostador deseechos de la cocina que no sean animales, todas las peladuras de frutas y verduras van a él. Cuanto más variedad, mejor.
Besos.
Olga, hay muchos pequeños huertos urbanos en balcones o en ventanas, claro, si no es una zona muy contaminada (con mucho tráfico o así) porque no vas a comerte tomates contaminados. Pero hay plantas como la rúcula, si te gusta, que alno ser alta no quita mucha luz y se puede tener en una ventana sin problemas.
Besos.
Ana, unos magníficos consejos. ¡Y muchos sentido común! Supongo que ya has leído sobre permacultura, pero si no es así te animo a hacerlo, creo que te encantará.
A mi también me da dolor ver regar a chorro y hasta por inundación (terrible), sobre todo si encima es con agua potable.
Besos.
Bonitas y fundamentales tres R sí que sí! un besito
😉
¡Un beso, guapa!