La antigua magia es uno de los grandes éxitos de Lisa Kleypas. Sin embargo, con todo lo que he disfrutado yo con otras novelas de Lisa Kleypas, aún no la había leído. Y por fin hace unos días he podido hacerlo.
Un lugar donde quedarme, de Jana Westwood, es una entretenida novela que he disfrutado estos días. No es lo que esperaba (no hablo de mejor ni de peor, es que me había hecho una idea diferente sobre la trama y ambientación) pero me ha gustado mucho. A pesar de un final un pelín brusco y casi excesivamente happy end, puedo decir que he disfrutado leyéndolo. No es un novelón, pero es una estupenda lectura de entretenimiento.
La pequeña panadería de la isla, de Jenny Colgan, es una de las novelas que he leído este verano. Es una historia fresca, muy feel good, muy amena, positiva y bonita. No es una obra suprema, ni lo pretende. Pero es una lectura ideal para esos momentos en los que necesitas relajar la mente y disfrutar del encanto de lo sencillo.
La luz tras la ventana, de Lucinda Riley, es una de mis últimas lecturas. Una apasionante novela ambientada en dos momentos diferentes del S. XX en Francia, protagonizadas por dos mujeres muy distintas entre sí. Una entretenidísima novela que me ha gustado mucho.
Solo un chico más es la última novela de Kristan Higgins que he leído. Aunque se publicó hace unos años, no la había leído aún. Solo hace unos meses que descubrí a esta autora y estoy leyendo poco a poco algunos de los muchos libros que, afortunadamente, tiene publicados en castellano.
Nueve Reglas que Romper para Conquistar a un Granuja, de Sarah MacLean, es una novela muy divertida. Entretenida, amena y a pesar de su horroroso título una buena lectura de verano capaz de sacar sonrisas al lector y hacerle partícipe de las tribulaciones de un personaje estupendo, Lady Carpurnia Hartwell.
Tiempos difíciles, de Melinda Leigh, es un apasionante thriller romántico que me ha tenido en vilo de principio a fin y me ha encantado. Es la primera entrega de una serie, Scarlet Falls, que lleva el nombre de la población en la que transcurre la trama, pero puede leerse de modo independiente. Es decir, que tiene principio y fin y todas las tramas abiertas quedan resueltas. Ojalá traduzcan pronto los dos restantes porque me ha gustado muchísimo.
Las luces de Assam, de Janet MacLeod Trotter ha sido mi última lectura. Es la primera entrega de la serie Aromas de té, aunque puede leerse de modo independiente. Es una novela que no sé exactamente con qué etiqueta calificar o en qué género encuadrar, aunque quizá a la que más se asemeje sea al landscape “a la inversa”. Oficialmente lo encuadran en sagas familiares de ficción, y en cierto modo puede serlo aunque no abarca ni una generación entera.
La solterona, de Jana Westwood, ha sido mi última lectura. Es la primera novela que leo de esta autora, pero no será la última porque me han gustado tanto la novela con su trama y caracterización de los personajes y la ambientación, como su forma de narrar.
La chica que lo tenía todo, de Jessica Knoll es una novela que me ha sorprendido muchísimo. Probablemente porque no tenía prácticamente más información que su sinopsis. Y a pesar de los primeros (y muy necesarios) capítulos en los que la protagonista me sacaba de mis casillas, me alegro de haberle dado la oportunidad porque lo he leído de manera adictiva y mi impresión al terminarlo es que ha sido una gran lectura.
La institutriz silenciosa, de Julie Klassen, ha sido mi última lectura. Una novela bonita, para leer del tirón, diferente a todo lo que he estado leyendo en los últimos tiempos. Y la variedad siempre sienta bien para refrescar y cambiar de chip.
Apaches, de Miguel Sáez Carral, ha sido mi última lectura. Hace unas semanas, cuando publiqué el resumen de marzo 2018 ya os comenté lo mucho que me había gustado la serie Apaches. También las ganas que tenía de leer la novela en la que estaba basada, Apaches, de Miguel Sáez Carral.