Brillantina, Grease, de Ron de Christoforo es casi lo que parece, pero al contrario. Podría dar la impresión de que es la novela en la que se basa Grease, la película de John Travolta y Olivida Newton John, pero no lo es; es una novelización de dicha película, que a su vez es una versión de un musical de Brodway. O eso he leído indagando sobre el origen de esta novela que por sorpresa me encontré hace unos días en una caja llena de libros. Ni sabía que tenía esto por casa.
Verano de 1958. Dos amigos, Danny Zuko y Sonny LaTierri están disfrutando de su último verano antes del último curso de instituto. Durante unos días ayudan en un pequeño centro hotelero a la tía de Sonny, y allí conocen a dos chicas; Marsha y Sandy, con las que comienzan a salir.
A Sonny y Marsha parece irles muy bien, porque además ésta se ha trasladado con sus padres muy cerca de donde viven los chicos y va a ir a su mismo instituto. Pero Sandy pertenece a otro mundo más tradicional y conservador. Danny sabe desde el principio que lo suyo no tiene futuro. Claro que lo que no puede ni imaginar es que también Sandy acabará siendo una compañera más en el instituto Rydell.
Las opiniones que he leído de esta novela, después de leerla yo misma, no parecen muy favorables. No seré yo la que diga que es una gran novela, pero me ha resultado una lectura de lo más entretenida para un día de verano. Puede que porque a mi la peli, ni fu ni fa. La he visto varias veces pero no soy fan de ella. De hecho (esperdad que me proteja, que sé que me van a caer ostias de todas partes) soy de las pocas personas que prefiere la segunda parte de Grease a la primera. A lo mejor porque Maxwell Caulfield me parece infinítamente más atractivo que John Travolta. O porque el personaje de Michelle Pfeiffer me cae mucho mejor que el de Olivia Newton John. O quizá porque me gusta mucho más (y aquí es donde sé que me van a zumbar) la música de la segunda que la de la primera, yendo por delante que no soy especialmente fan de ninguna de las dos bandas sonoras.
El caso es que como no soy muy fan de la peli, y no esperaba gran cosa de la novela, la he disfrutado. Pues sí. Y vaya por delante que hay personajes y escenas totalmente nuevas, aunque otras sean casi calcadas a la película. Me lo he tomado como una lectura juvenil de algo un poco demodé, y oye, no voy a decir que sea como leer Rebeldes, de Susan E. Hinton, porque no lo es, pero si recrea un poco una época, unos ambientes, que en España sólo conocemos por las películas, porque aquí en plena dictadura, la juventud y los años ´50 eran otra cosa mucho más oscura, triste y reprimida. Y los tupés, el rock de verdad (no el de la música de la película), el cuero y Ritchie Valens, molan.
A mi es que los rockers de verdad siempre me han gustado y todavía cuando tenía yo 13-14 años les había de verdad. Recuerdo dos chicas (mayores que yo pero que no creo que pasaran de los 20) que solía ver y me encantaban sus peinados y esas faldas largas de vuelo con converse que llevaban a diario y los sábados se ponían esos tacones imposibles en zapatos de salón con faldas de vuelo de fiesta que eran todo un espectáculo. Me parecían salidas de una película. Y así me he sentido leyendo la novela, que he hecho muy fríamente y sin comparar con la película, la he disfrutado como una historia diferente, una película distinta, de un mundo que ya hace mucho tiempo que desapareció. Y lo hizo mucho antes de que yo naciese.
Yo he leído este libro, pues, sin fijarme en los personajes de la película, pensando en adolescentes que de verdad parezcan adolescentes y no que hayan cumplido los 30 durante el casting de la película. Como una visión a un mundo que ya no existe. Sin muchas expectativas literarias, sólo la intención de pasar un buen rato. Y como tal, pues si, me ha gustado. Si lo lees desde otro punto de vista o eres superfan de la peli, me da la impresión de que te va a defraudar.
