Ha concluido la pasarela cibeles con las propuestas para el Otoño e Invierno 2008-2009 y en términos generales ningún desfile ha destacado especialmente. La pregunta sobre qué se va a llevar esa temporada está cada vez más de sobra, pues cada diseñador tiene, lógicamente, sus ideas y propuestas, unos mejor definidas que otros, algunas más originales, otras más vanguardistas y alguna decididamente provocadora pero vacía.
Algunos de los modelos ya los habíamos visto con anterioridad, es el caso por ejemplo de la creación en blanco y negro de David Delfín que lució en la pasada ceremonia de entrega de los Premios Goya la actriz Blanca Portillo.
David Delfín, como es habitual, dio la nota al vestir entero de rosa a una momia ¿masculina? Pero hasta él demostró ser capaz dejar de lado las tonterías llamativas para vestir a alguna de sus modelos con creaciones interesantes.
Como no soy una entendida en moda y por supuesto no soy compradora, lo que me gusta de estos desfiles es fijarme sobre todo en la estética pura y dura, y en lo que me sugieren las creaciones. Así que basándome en algo tan subjetivo como el propio gusto, puedo decir que sin destacar sobremanera ningún creador por encima de los demás los más grandes no me han defraudado pues siguen su propio estilo en prendas “muy ponibles”, lejos de extravagancias que sólo buscan llamar la atención y llenar minutos absurdos de televisión.
Vitorio&Lucchino abandonaron por momentos la inspiración flamenca que es sello de marca de sus creaciones para vestir a las modelos con elegantes trajes un tanto más sobrios de lo que nos tienen acostumbrados.
Miró fue otro de los que dio la nota plantando en la cabeza de sus modelos unos ¿cascos? extraños que las hacían parecer alienígenas y que distraía bastante de sus trajes, muy poco interesantes dicho sea de paso.
Uno de los desfiles más esperados era el de Andrés Sardá y su lencería femenina, que no defraudó. Desde lo más sexy a lo más mundano, ni una sola de sus creaciones es desdeñable.
Una de las cosas que llamó la atención en Cibeles es que cada vez más parece que la línea entre la ropa de invierno y la de verano se hace más fina, y los entretiempo abundan en casi todos los desfiles. ¿Cambio climático o gusto personal de los diseñadores?
Uno de los colores más utilizados por los modistos fue el siempre maravilloso negro.
Francis Montesinos hizo que todas sus modelos lucieran peinados al estilo Amy Winehouse, la cantante de moda (y si sigue como hasta ahora, próxima leyenda muerta del panorama musical).
Josep Abril vistió muy elegantes a sus chicos, pero con algún que otro toque de color, preferentemente en las corbatas, muy estrechas.
