Con 33 años la obra escrita de la escritora laudiotarra es ya extensa, y en dos ocasiones se ha convertido en la autora más joven en ganar sendos premios literarios (ambos son de los más importantes de nuestro país): la primera vez fue con “Melocotones helados” y el premio era el Planeta. Corría el año 1999. El segundo fue este pasado 2007, cuando gracias a “Soria Moria” logró ganar el Premio Ateneo de Sevilla.
Autora joven y prolífica, ha publicado en los últimos 10 años más de 14 libros entre novelas, ensayos y poemas, y ha participado en varios libros colectivos, además de escribir columnas en algunos medios de comunicación y participar en tertulias y programas radiofónicos y televisivos. Por si eso fuera poco, ha dado numerosas conferencias y cursos de escritura creativa.
La primera novela que publicó fue “Irlanda”. Era 1998 y pronto se dio a conocer. La leí prestada de la biblioteca al poco de salir al mercado y me encantó. Recuerdo ese juego de envidias y maldad que recientemente me he encontrado de nuevo (aunque de diferente forma) en “Soria Moria”. Aunque por el argumento de la novela ésta bien podría considerarse juvenil, la realidad es que se aprecia muchos mejor desde la vida adulta.
En 1999 publico “Dónde siempre es Octubre” y la anteriormente mencionada “Melocotones helados”. La primera la leí con ansia pues “Irlanda” me había gustado muchísimo y de ésta me cautivó el título (soy de esas personas que muchas veces se deciden a leer una novela tan sólo por la atracción que ejerce su título, y “Donde siempre es Octubre” sonaba muy sugerente), sin embargo no me acabó de gustar, tal vez por las ideas previas que me había creado o quizá porque el momento vital en el que estaba no era el más apropiado para leer algo así. O puede ser que no fuera tan bueno, a saber.
Sin embargo, “Melocotones helados” que lo leí con más reticencia, me gustó mucho. La historia de las tres Elsas (Elsa niña, Elsa pequeña y Elsa Grande) merece la pena ser leída.
En el año 2000 vio la luz el ensayo “Primer amor”. Me gustó mucho, y recuerdo especialmente la anécdota de los obreros y la señora del carrito de la compra; ¡debe ser que el tema aparte del ligue de los vascos (hoy explotado en muchos programas de humor) te cala mucho más si te encuentras dentro del ambiente!
En 2001 Espido Freire vio publicadas cuatro de sus obras: un poemario, “Aland la blanca”, un libro de cuentos,“El tiempo huye”, una novela juvenil, “La última batalla de Vincavec el bandido”, y “Diabulus in música”, para mi la mejor de sus novelas. Algunos de los ambientes de la novela me eran muy familiares y la magia, la dependencia de ese amor, las ensoñaciones, el amor, la fantasía, los fantasmas del pasado y los auténticos fantasmas me cautivaron.
En 2003 se publicaron 3 nuevas obras de la autora: “Nos espera la noche”, “Cuentos malvados” y “Cuando comer es un infierno”. Este último es un ensayo (ameno y de fácil lectura) sobre los trastornos alimenticios (especialmente bulimia y anorexia) desde un punto de vista (o varios, en realidad) muy interesantes, hablando de algunas de las causas que pueden llevar a la enfermedad.
Un año después salen a la luz “Juegos míos” (libro de relatos) y un nuevo ensayo “Querida Jane, Querida Charlotte”, sobre las hermanas Brönte.
En 2005 escribe junto a Raúl del pozo “La diosa del pubis azul” y en 2006 el ensayo “Mileuristas”, del que actualmente está trabajando en una segunda parte.
El pasado año como ya he comentado, la autora ganó con “Soria Moria” uno de los galardones literarios más importantes del país, el Premio Ateneo de Sevilla. Una novela de la que ya he hablado aquí.
¿Has leído algo de Espido Freíre? ¿Qué te parece? ¿Cuáles de sus obras recomendarías?
Hola Marhya!:Espero que te encuentres mejor de la alergia, es que este tiempo es muy propio para esas cosas.
Estoy la mar de contenta hoy, me pasé por la biblioteca y creo que he conseguido encontrar tres novelas que prometen estar muy bien.
Una es ” Melocotones helados” de Espido Freire de la que hablas en esta entrada.
“Malena es un nombre de tango” de Almudena Grandes y “Constantes vitales” de Barbara Wood ( no encontré “El sueño de Joana” ¡que pena!.
Te lo pongo aquí porque es la 1ª novela que me voy a leer.
Gracias
¡Ya te contaré!
Un besito
Marilú, la de Barbara Wood no la conozco, pero ya me dirás qué tal y si te gusta a ver si la encuentro yo por aquí.
Las otras dos me encanta, sobre todo “Malena es un nombre de tango” que es uno de mis indiscutibles libros favoritos. Ni sé las veces que lo he leído, la película también la vi pero no me gustó tanto, pero la novela… bueno, me encanta.
“Melocotones helados” me gustó mucho. Lo tenía comprado, pero lo presté a mi cuñada y no lo volví a ver… En fin. No es el que más me gusta de Espido Freire, pero si me gusta, creo que es muy bueno.
Ya me contarás qué tal. Yo estoy leyendo uno ligerito de esos que no improta leer a ratitos porque con la gaita de la alergia tengo los ojos de pena. Y estos días no sé si podré leer mucho, porque vienen mis padres de visita.
Un beso muy grande, ya me contarás qué te parece a ti.
Un besazo.
Marhya: Ya me he leido “Melocotones helados” , te cuento cual ha sido mi impresión.
Cuenta la historia de tres Elsas la niña Elsa, Elsa grande y Elsa pequeña, estas dos últimas, que son primas deben su nombre a la primera que es su tia paterna. Además de las historias de las Elsas nos van contando otras como la del abuelo, padre de la primera Elsa que toma mucha importancia en el libro, ya que dedica muchas páginas a su pasión por Silvia Kodama antes de casarse con Antonia, de hecho el libro toma el nombre de su postre favorito “Melocotones helados”, supongo que porque todas las cosas que fueron ocurriendo formaban parte del inicio de la historia de la primera Elsa.
Segun la novela nos cuenta que todas las personas tienen una historia no contada, tambien una parte de desgracia que a unos toca más que a otros. La apariencia muestra a unos personajes como afortunados, estables y a otros todo lo contrario, pero al saber detalles ocultos sobre ellos, nos damos cuenta que tienen la misma mezcla de bueno y malo solo que unos muestran por fuera lo uno, otros la otra parte y que al final no hay tanta diferencia entre ellos.
El libro hace también mucho hincapié en que cada uno se va quedando con lo mejor para si en el recuerdo y lo demás todo con el paso del tiempo se termina olvidando.
La escritora sin duda es muy buena escribiendo.
Yo me perdía un poco porque pasa de un persosaje a otro muy rápido, muchos lugares distintos (Disrein, Virto….)pasado, presente, lo que cuenta , lo que realmente quiere decir, en fin que no es para leerla como a ratitos soltandola a cada momento porque si no te pierdes.
Es muy buena, pero muy triste y el mensaje que lanza tanto al principio como al final del libro no es nada esperanzador.
Lo que más me ha gustado del libro son las breves descripciones de los pastelitos y dulces que hacían en la pastelería y es que a mi la repostería me encanta.
¡Que te mejores de la alergia!… y que te lo pases bien con tus padres, que seguro estarán encantados con tus platos tan ricos.
Un besito
Lo has contado muy bien, marilú (por partida doble, je,je, es broma eh!. Me da que a Espido Freire no la entusiasman los finales felices y comieron perdices, etc… por lo que he leído de ella.
Ahora te toca algo divertido para compensar, no te deprima tanta historia como las dos últimas.
Un besito
Si que tienes razón marhya, ahora me toca leer algo más alegre. Todavía no me ha llegado “Hasta luego Jimmy chou”, que me dijistes que era divertida, pero he empezado “Constantes vitales” de Barbara Wood, ya te contaré.
Un besito
Ya me contarás si te ha gustado y la busco yo en la biblio, y si a tu hijo le ha gustado la de Lorenzo Silva.
Un besito.