Parece que a los modernillos les ha dado ahora por disfrutar de las merienda-cenas de todoa la vida, pero como tal palabra parece ser muy cutre para algunas personas, ahora le llaman drunch (vamos, como el brunch pero con d en lugar de b). Y como parece que en algunos casos lo que se toma fuera de casa sabe mejor que lo que se toma dentro (si, en muchas casos realmente es así, las cosas como son) los bares más in (de moda, para que nos entendamos en castellano puro) se han apuntado al carro (lógico, se trata del negocio) y a partir de las siete sirven la bebida y la tapa de toda la vida en versión modernizada a bastante más precio y hala, hordas de oficinistas llenan los locales al salir del trabajo.
En el Telediario, donde han hablado hoy de ello, nos enseñan un local en el que por 10 euros te ponen un cóctel y una pieza de sushi por diez euros. ¿Diez euros??? ¡¡¡Diez euros!!! Nada, una minucia, vamos; seguro que por menos muchas de vosotras preparáis cena y merienda (o ambas) para unos cuantos, sin recurrir a la comida basura y con todo el cariño. No hay más que ver muchos de vuestros blogs de cocina para darse cuenta de ello.
Lo del sushi me ha hecho gracia porque parece muy de alta cocina, pero quitando que pueda ser más o menos elaborado (menos de lo que aparenta) en general no es precisamente caro. Eso si, queda muy fino.
También me ha hecho gracia que uno de los bocados que destacaban en el reportaje (nombrando sus ingredientes y todo) eran unos canapés o mini sandwiches de salmón ahumado, pan de molde y queso de untar como los que os enseñé el otro día (aquí) y que de tan sencillos me daba vergüenza ponerlos. Os aseguro que una bandejita de ocho canapés se prepara en bastante menos de cinco minutos y cuesta poco más de 2 euros.
Pues nada, chicas, si queréis ir de modernas ya sabéis, a cambiarle el nombre a la merienda-cena de toda la vida, poned una botella de cava a enfriar y unos picoteos baratitos pero vistosos y ricos en la mesa. ¡Y a disfrutar, que la tarde-noche es joven!
Vosotras, que sois expertas cocineras, economistas y gourmets, ¿qué proponéis que sea sencillito de preparar y adecuado para un drunch en casa pero con un toque especial?
Acao de preparar una escalibada y tengos unas anchoas maravillosas. Hace una tosta?.
Buen fin de semana
¡¡Hace!! Yo llevo el vino.
Besos, que tengas buen fin de semana.
Hola, Marhya. Qué razón tienes. Yo soy de las que también pienso que hay mucha tontería en muchos sectores de nuestra sociedad, y que hay personas a las que con sólo cambiar el nombre a algo y decírselo con una palabreja rara, se quedan encantadas de ser fisnas y modelnas. Ayyyyyy!!!
Un besín
Carmen, es que me dejó perpleja la idiotez, si es que era lo mismo que tomarse unas tapitas a salir del trabajo pero en versión fisnísima, jajaja, y clavándote pero a base de bien. En fin, que como tiene que haber gente para todo, me alegro por los que trabajen en esos locales, que al menos no les faltará el curro.
Un beso.
Si es que ya no saben lo que hacer para llamar la atencion Marhya, pero el caso es que haya trabajo para alguno mas y a lo mejor tienen éxito y todo, lo que no entiendo es porqué usan la “d” . Brunch procede de br(de breakfast) + unch (de lunch ) y se toma, es cierto entre los dos, desayuno y comida, pero drunch ??? no lo pillo…
Según decían en el reportaje (que por cierto me equivoqué, no fue en el telediario si no en las noticias de LaSexta) de dinner y lunch, al parecer hacer furor en italia y en Inglaterra. Aquí el tapeo por la tarde es tan habitual como el tapeo de mañana, no veo la necesidad de inventarle nombre nuevo…
Besos.
claro jaja!! si al final era obvio dinner + lunch, jaja, gracias!!
Si, bueno, si te pones a pensarlo si, pero así en frío no me extraña tu pregunta, sonar, suena raro.
Besos.
Definitivamente me gustan más otros términos, cómo la merienda-cena, que me trae recuerdos de infancia, o el tapeo, que me suena más nuestro…
Pero la idea me gusta y te propongo una selección de quesos, con cuatro es suficiente, un nata suave, un cremoso, algo más fuerte, un azul, cómo el picón o el cabrales, y un manchego curado, en cuñas, para terminar. Y que no falte el vinito…
Eso sí, a tu marido le mandamos al futbol, esa tarde.
Besotes!!!
jajaja, a mi me encanta la idea, Polita, a mi marido como bien dices le mandamos ese día a otro sitio con un bocata de cecina de Villarramiel, que tampoco es mala merienda-cena.
Besos.
Pero que deje un poco de la cecina, para catarla nosotras también…
Si, buena idea, jeje