Tenía en casa muertas de risa unas bolsas de asar, y la verdad no sé por qué, porque son bastante prácticas, mantienen mucho el sabor de los alimentos y, lo mejor de todo, ¡te ahorran matarte a limpiar el horno! El caso es que las tenía un poco abandonadas y aprovechando que tenía unos cuartos traseros de pollo decidí usarlas. y como quería una guarnición ligera para el pollo asado se me ocurrió hacer unos tomatitos confitados.
Ingredientes:
4 cuartos traseros de pollo
7 dientes de ajo grandes
½ cebolla blanca dulce
400gm tomates cherry
1 hoja de laurel
1Cd albahaca seca
3Cd aceite de oliva virgen extra
1Cd azúcar
sal
Preparación:
Sazonar ligeramente el pollo y meterlo en una bolsa de asar junto con el laurel, los dientes de ajo limpios pero sin pelar y la cebolla cortada en gajos no muy finos. Cerrar la bolsa, pincharla y disponerla en una fuente de horno.
Introducir en el horno ya caliente a 190ºC y cocinar durante aproximadamente 1 y ¼ hora.
Poner en una sartén antiadherente el aceite de oliva y los tomatitos, aderezado con un pellizco de sal y espolvoreados con el azúcar y la albahaca. Cocinar a fuego muy suave (mejor al mínimo) durante unos 15-20 minutos, para que los tomates comiencen a soltar su jugo y se caramelicen.
Servir el pollo con los tomates como guarnición, todo bien caliente y recién hecho.
Notas dieta Weight Watchers (dieta WW o dieta de los puntos):
Con estos ingredientes tenemos 4 raciones de 5,5 puntos cada una.
Pues me has recordado que yo también las tengo, no se donde, sin utilizar, las voy a buscar.
Tu receta riquísima, el tomate le va mucho al pollo.
Besitos
yo las tengo y n o las he usado, me da cosa asar envuelto en plástico pero quizás me anime al verte a ti.
Un besote
Las veces que he usado las bolsas me ha gustado mucho el resultado. Los tomatitos una delicia.
Un besote y buen día
Me alegro de que te guste, María Pilar. Yo las tenía también ahí de hace la tira, muertas de risa.
Besos.
Si, la verdad es que muy natural no es. el pollo también te va a quedar rico asado como siempre, si que es verdad que al hacerse en su propio jugo queda un sabor más concentrado, por decirlo de algún modo, pero vamos, que tampoco es que sea una diferencia abismal con el asado clásico. Lo mejor de la bolsa es que el horno no se guarrea, jeje.
Besos.
Me alegro de que te guste, Curra. Es comida sencilla de la de diario pero tan rica.
Besos.
Una estupenda forma de cocinar lo de las bolsas, a mi me encanta, y te ha quedado un platito de lo más sano y rico.
besos!
Gracias, Pica. Es que hay que cuidarse un poco, que ésto está siendo un despiporre, jeje.
¡Un besazo!
Si tengo pollo, si tengo tomates! Ya está la cena de mañana 🙂
Hola guapa
Yo nunca he probado esas bolsas , tengo que animarme .
La foto habla por sí sola, está diciendo comemeeeeee !!!
Besinos.
¡Me alegro, Luisa! Ya me contarás si os gusta, yo creo que si.
Besos.
Bego, guapa, me alegro de que te guste. Es de una sencillez absoluta, pero rico está muy rico.
Besos.
riquísimo y sano, Marhya!
Gracias, Mandarina. Igual es incluso demasiado sencillo, pero estaba muy rico y para esos días atareados es una gozada porque no da nada de trabajo.
Besos.
Yo, que estoy desfasadísima en esto de la cocina, acabo de descubrir las bolsas para asar. Las vi en el mercadona con una bolsa de sazonador a las finas hierbas (sé que no tiene nada que ver con la exquisita guarnición casera que tú nos propones). Para mí ha sido un invento la verdad, porque sale bastante bueno y es rapidísimo y fácil.
Lo mejor, para mi, es que no se mancha el horno y no hay que andar frotando como loca para sacar la suciedad. Limpio por obligación, pero no por devoción, jajaja.
Besos.
Qué rico el pollo asado en la bolsa… a mi se me habúa olvidado este tema, se me acabaron y no volví a comprar
Me encanta con esos tomatitos
Besos. Ana
Me alegro de qe te guste, Ana.
Un besazo!