Las patatas bravas me encantan, pero si uno las hace fritas y con ciertas salsas, las calorías se disparan hasta límites insospechados. Así que esta vez las preparé de una forma muy ligera, y la sorpresa fue que también estaban muy, muy ricas, crujientes por fuera, tiernas por dentro y con la salsa llena de sabor y picante.
Ingredientes:
1 y ½ Kg de tomates maduros
½ cebolla roja
¼ cebolla blanca
4 dientes de ajo
1Kg patatas
4Cd aceite de oliva virgen extra
2 guindillas de cayena
pimienta negra
1 hoja de laurel
azúcar (opcional)
sal
Preparación:
Para hacer la salsa, picar muy fina la cebolla y sofreírla en una cazuela con 3Cd del aceite de oliva virgen extra, un pellizco de sal y las guindillas. Añadir los ajos pelados enteros y rehogar uno o dos minutos más: incorporar los tomates pelados y troceados junto con el laurel y cocinar suavemente, añadiendo sal, pimienta negra molida (generosamente) y una pizca de azúcar si fuese necesario. Cuando se haya evaporado buena parte del agua de vegetación de los tomates, retirar del fuego, desechar el laurel y triturar para lograr una salsa un poco espesa.
Para preparar las patatas, pelarlas y trocearlas. Disponerlas en una fuente antiadherente de horno, sazonarlas y rociarlas con 1Cd de aceite de oliva virgen extra en hilo. introducir en el horno a 200ºC y cocinar durante aproximadamente una hora.
Servir las patatas recién hechas sobre una porción de salsa, bien caliente.
Notas dieta Weight Watchers (dieta WW o dieta de los puntos):
Con estos ingredientes la receta entera es de 32 puntos. aparentemente es mucho, pero servido a modo de tapa de aperitivo, una ración del tamaño de la foto, es mucho menos. A mi me han salido 13 raciones, redondeando sale a 2,5 puntos cada ración. Con un vasito de cerveza sin alcohol, si tienes puntos ahorrados de la semana o luego haces una comida ligera, es una forma muy rica de tomar un aperitivo, porque al estar caliente y con la fécula, sacia, y matas el gusanillo de haber comido algo que no parece tan de dieta.
Me gusta esta técnica, además te han quedado como si estuvieran fritas.
Yo hace días que no como, con lo que me gustan.
Un beso preciosa.
pero que ricass y encima más ligeritas, pues se ven buenísimas, habrá que probarlas al horno que nunca las he hecho!!! besinos
Ay, con lo que me gustan las patatas bravas y me pasa lo mismo que no las como por la fritura.
Buena idea, sis.
He hecho pocas bravas y sigo intentando una receta que me guste. Esta parece bien rica y veo que como yo te preocupas por la calorías.
Otra que apunto. Un abrazo y feliz domingo.
Marhya, yo hago las papas bravas igual que vos, es decir, directo al horno. No soporto mucho las frituras, son una bomba… caen pesadas, suben el colesterol, horrible. Así que aplaudo tu plato. Me encantó la salsa, tiene muy buena textura, muy bien lograda. :o)
Marhya, esas patatas se ven muy ricas, en casa nos gustan mucho, la proxima vez que las prepare utilizare tu tecnica a ver que tal me salen
besos y feliz domingo
Si te animas a probar un día, ya me contarás, María Pilar!!
Besos.
Yo alhorno para comer solas, o con algunas hierbas las hago bastante a menudo, pero para poner así en plan bravas no lo había hecho aún y si que nos han gustado mucho. Si te animas ya me contarás.
Besos.
Anímate un día, Isa, porque seguro que te va a gustar, y además no se mancha apenas nada.
Besos.
Jantonio, la salsa es muy simple, no es más que una salsa de tomate picante, pero son tomates de los de casa que se me siguen madurando dentro y tiene muchísimo sabor.
Un abrazo.
Sole, me alegro de que te guste. Yo también procuro evitar los fritos, poquísimos hay en el blog, yo creo que se pueden contar con los dedos de una mano.
Besos.
Luisi, anímate a probar un día.
Un besote.
mari me ha encantado, estas hay que probarlas, que adoro las bravas y las papas con todas las salsas del mundo!! jeje, fuchiquitos
jeje, anímate un día, para aligerar sin que se note mucho, jeje.
¡Un besote!
[…] Patatas bravas ligeras […]