Hace quince años, Sofía Coppola debuta como directora con la película Las vírgenes suicidas. La película fue todo un éxito de público y crítica, e hizo que se mirara con otra cara a la directora, que había tenido unos inicios en el cine de la mano de su padre… dejémoslo en controvertidos.
Fui a ver la película al cine el mismo día de su estreno. Por aquel entonces yo iba al cine muchísimo (no como ahora, que no piso un cine desde hace la tira), y no sabía demasiado sobre la película, ni había leído la novela en la que está basada. Kirsten Dunst, su protagonista (aunque digamos que es bastante coral) ya era una estrella desde niña pero aquí hacía un papel más adulto, era una de las hermanas Lisbon, una de las vírgenes suicidas del título.
Me pareció tan sorprendente, diferente y a la vez encantadora (¿se puede calificar de encantadora una película en la que un grupo de adolecentes hermosas, hermanas para más señas, se van quitando la vida?) que enseguida quise leer la historia original, la novela en la que se basaban.
Me costó apuntarme a una lista en la red de bibliotecas municipales y algunas semanas tener en mis manos Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides. Lo leí del tirón, estuve hasta las tantas, y cuando digo hasta las tantas es que me fui a clase sin haber dormido nada. Si la película ya me había gustado, la novela me dejó ver más de ese mundo de las hermanas Lisbon. Aunque tenía tan reciente la película que los personajes tenían la cara de los actores y los escenarios eran los de la película, no podía ser de otro modo.
Para quien no conozca ni la película ni la novela, os diré que la trama está ambientada en los años ´70 y gira en torno a las hermanas Lisbon, cinco adolescentes que viven bajo la férrea disciplina de unos padres muy conservadores y religiosos. Una de ellas trata de suicidarse y es enviada al psicólogo (me encanta la frase “Obviamente Doctor, usted nunca fue una niña de 13 años”), quien recomienda a los padres que se relacionen más fuera del colegio, con chicas y con chicos, que hagan más vida social. Así que los padres organizan una fiesta en casa, momento en que la chica aprovecha para suicidarse. Cuando después del terrible tiempo de duelo las cosas se normalizan, las 4 hermanas Lisbon restantes acuden al baile de Graduación pero algo ocurre que hace que los padres encierren a las chicas en casa y no las dejen salir.
Los chicos del barrio están intrigados con las misteriosas hermanas Lisbon, ocultas en su casa. Les intriga el mundo femenino y lo trágico se superpone con lo cotidiano y con lo sencillo. Nunca fue fácil ser una chica adolescente…
Ambas versiones, la cintematográfica y la literaria, me parecen muy recomendables. Yo empezaría por la película, y leería después la novela si partiese de cero.
Y vosotros, ¿habéis leído la novela y/o visto la película? ¿Qué os pareció?
Marhya no he leído la novela de “Las vírgenes suicidas”, ni tampoco he visto la peli pero leyendo tu post ya me ha entrado el gusanillo de leerlo, ya que, como dices el mundo de la adolescencia, en este caso femenina, es para mi tb. muy intrigante. Ahora tengo entre manos otros libros, pero lo pongo en mi lista de libros a leer y ya te contaré mi opinión después de leerlo y buscar y ver la peli. Besos.
Creo que te va a gustar, y si andas pillada de tiempo, puedes ver primero la película, no te va a arruinar la novela (porque desde el principio se sabe que las hermanas se suicidan) y verás mejor si te apetece leer la novela o no.
Besos.