Para la bebida de este viernes de verano, me he decidido por un perestroika, un trago con un toque de alcohol, de esos que entran solos. O eso es lo que han dicho mis expertos catadores, porque yo no tomo nada que lleve ningún tipo de refresco de cola. El caso es que debe de estar buenísimo porque ya he tenido que prepararlo varias veces desde entonces.
El nombre es rarito y es que lo he bautizado yo, y claro, esto de los nombres no se me da muy bien; si ya me cuesta con las recetas de cocina, no digamos con las bebidas. En realidad la bebida parte de la idea de un clásico cubalibre pero sustituyendo el tradicional ron blanco por vodka. Y claro, ¿cómo se le llama a eso, Rusia libre? ¿Guerra fría? ¿Perestroika? Pues Perestroika se ha quedado, la combinación del vodka ruso con los refrescos de cola estadounidenses (me niego a poner americanos porque siempre me ha sonado extremadamente colonialista llamar así a un solo país de todo un gran continente).
El toque de sirope de cereza le da mucha gracia, es sólo un puntito de sabor, pero después de servirlo con sirope y sin sirope, ya todos lo quisieron con él, así que parece que es el toque especial que lo mejora.
Prepararlo es muy sencillo; por cada parte de vodka poner el doble de coca cola, pepsi o la marca de fresco de cola que te guste; para servir en vasos anchos y bajos, 50ml de vodka por 100ml de refresco de cola. Añadir una cucharadita (de postre) de sirope de cereza y hielos, mezclar con varilla mezcladora y listo. Ya lo puedes servir.
¿Qué nombre le hubieras dado tú a este cóctel? ¿Sueles preparar cócteles en casa, clásicos o de tu propia cosecha?