Hoy traigo una receta de torrijas de vainilla que están de chuparse los dedos. Suelo resistirme a poner recetas típicas de días señalados porque habitualmente se día se llenan blogs y webs de todo tipo de las susodichas, y como a mi suele aburrirme ver el mismo día tanta cosa similar, asumo que a otros también les aburrirá. Pero esta vez me salto mis propias reglas no escritas para traer estas torrijas que están de escándalo.
Ya sabéis que las torrijas en algunas zonas son típicas de Carnaval y en otras de Semana Santa. Pero parece que estas últimas ganan por goleada. Recetas de torrijas casi hay tantas como personas que las preparan. Unas se hacen remojando el pan duro con leche, y otras prefieren remojarlo en vino. Existen versiones en que la torrija va espolvoreada con azúcar, otras que se bañan en almíbar y algunas endulzadas con miel. En las versiones más modernas, se añaden zumos de frutas de todo tipo y especiados exóticos. Amen de edulcorantes de lo más inesperados y acompañamientos de toda clase y condición.
Yo en este caso te presento una receta de torrijas de vainilla que son muy ricas y sencillas. Son muy parecidas a las tradicionales, sin grandes innovaciones, y con un sabor a vainilla que las hace riquísimas. Te animo a probarlas si te has quedado con ganas de torrijas. Y si ya has hecho el cupo por este año, te invito a que te guardes la receta para la Semana Santa del año que viene. O para un día cualquiera en que tengas algo de pan duro en casa y ganas de pecar.
TORRIJAS DE VAINILLA
Ingredientes:
1 barra de pan duro o semiduro
5 huevos grandes
170ml de leche
45ml de ron añejo
7 gotas de esencia de vainilla
una cucharadita de ralladura de limón
5 cucharadas de azúcar blanquilla
2 cucharadas de azúcar moreno de caña
aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Corta el pan en rebanadas no demasiado gruesas. Disponlas en una fuente alta.
Bate los huevos junto con el ron, la leche, la ralladura de limón, la esencia de vainilla y el azúcar moreno de caña. Bañar con ello las rebanadas de pan para que lo absorban. Déjalas reposar entre 1 y 2 horas en le nevera. Dales la vuelta una o dos veces durante el proceso, con mucho cuidado de que no se rompan por la humedad que han absorbido. Deben absorberlo por completo.
Pon al fuego una sartén con el aceite y cuando esté caliente ve friendo las torrijas por tandas, hasta que estén doraditas por fura y sin que se lleguen a tostar en exceso. Sácalas a una fuente con papel absorbente de cocina.
Una vez estén fritas todas las torrijas, déjalas templar 10 minutos. Es el momento de espolvorearlas con el azúcar blanquilla. Puedes servirlas.
Hummm no podían faltar las torrijas en Semana Santa.
Muy ricas las veo.
He leído la crítica que hiciste sobre el último libro que leíste.
Voy a ver si lo consigo y estos días de relax me lo leo.
Un beso guapa.
Por mi las torrijas siempre apetecen, semana santa o no, siempre que sobre algo de pan :o)
Y el toque de vainilla con el ron es la combinación estrella de las torrijas de mi madre! No preparo desde hace mucho tiempo, más que nada porque en casa nunca sobra pan jejeje
Besos,
Palmira
Gracias, Irmina.
Ya me contarás si te animas a leerlo.
¡¡Un beso!!
Palmira, he tenido que dejar pan a posta para poder hacerlas, jajajaja.
¡Un besazo!
Que buena pinta tienen, dan ganas de coger una de la foto.
Prueba, Paqui, que te van a gustar.
Besos.
Me encantan las torrijas ¡ y esas tienen una pinta! Con el toque de vainilla no las he hecho nunca, lo probaré. Y la fecha para mí es lo de menos. Cuando pueda y ya está. Otra cosa es que no las hago más veces por lo de “guardar la línea” jajaja.
Besos preciosa.
Jajaja, es verdad, Lucero. Pero para de vez en cuando…
¡Un beso!!