Hace pocas semanas os comentaba que había leído El velo pintado, de W. Somerset Maugham. Como hace unos años vi también su versión cinematográfica (la moderna) he pensado que era interesante para la sección libro o peli, que últimamente he tenido muy abandonada.
La película de 2006 basada en esta novela tuvo mucho éxito. Y eso que para mi era deprimente con avaricia. Los protagonistas de la historia estaban interpretados por Naomi Watts, guapísima de morena en esta caracterización, y Edward Norton, más aburrido que una seta el pobre. La película me aburrió casi tanto como el personaje del marido (Norton) a su mujer (Watts). O más. Pero lo malo no es que me aburrió y mucho. Lo peor es que me resultó deprimente. Y no digo triste, digo deprimente. Vamos, que no me gustó nada.
Alguien muy cercano a mi que había leído la novela me dijo que era mucho más triste que la película. ¿Más??? ¡Lo que me faltaba! Se me quitaron de golpe las ganas de leerlo. Bueno, voy a decir la verdad: se me quitaron de golpe las pocas ganas que tenía de leerlo.
Hace unas semanas se me puso en la mano ordenando cajas. Me venía genial para mis dos retos literarios de 2017 en Vuelve la página; se escribió antes de 2010 y transcurre en su mayor parte fuera de Europa y América. Así que como es un libro finito y poquita cosa al peso, me animé a leerlo. Y lo empecé sabiendo que quizá lo abandonase a las pocas páginas y fuese tiempo perdido. Sin embargo me gustó.
No voy a decir que la novela me encantase porque no es así. Pero quizá porque no tenía puesta esperanza alguna en ella ni expectativas de disfrutarla, me gustó. Mucho más que la película. Entendí mucho mejor a los personajes, sobre todo a Kitty, la protagonista (Watts en la película), porque a su marido Walter no le entendía nadie. La evolución del personaje y todo lo que bulle en su interior es lo que me gustaron de esta historia. Eso no había podido verlo en la película o no lo supe percibir.
Desde luego el libro tampoco es la alegría de la huerta. Pero quizá porque ya iba preparada no me resultó deprimente. Lo leí en unas horas sin problemas. Y aunque no es esperanzador, ni romántico, ni se percibe la felicidad en él, no me dejó el mal sabor de boca de la película.
Y tú, ¿has visto la película? ¿Y leído la novela? ¿Qué opinas de ellos?