Un extraño en casa, de Shari Lapena, es una novela de intriga muy bien armada, con giros creíbles y un final interesante. Sin trampas. Sin morbo gratuito. Sin elementos desagradables. Con un misterio que va avanzando por derroteros inesperados para llegar a la sorpresa final que tiene todo el sentido y no toma por idiota al lector, algo que no soporto en esos thrillers que se sacan finales de la manga engañosos. Imaginaba que me gustaría porque ya disfruté de La pareja de al lado, de la misma autora.
Un día cualquiera, Tom, un joven contable, regresa a casa del trabajo y no encuentra en ella a su mujer, que acostumbra a estar a esa hora. Lo más extraño es que la puerta no estaba cerrada con llave y ella se dejó el bolso y el móvil en casa. Todo apunta a que ha tenido que irse con prisa, ¿pero tanta como para no llevarse nada? No quiere ser uno de esos maridos que necesita saber en todo momento dónde está su mujer pero no puede desprenderse de la sensación de que algo extraño ocurre.
Tom recibe una llamada de la policía. Karen, su mujer, ha tenido un accidente de coche que parece grave. Conducía a una velocidad desmedida y se ha saltado algunos semáforos. Algo inaudito para Tom, que sabe que es una mujer responsable que siempre cumple las normas. ¿Tal vez huía de algo? ¿De alguien? El traumatismo ha provocado a Karen una amnesia que probablemente sea temporal. Y unas acusaciones por conducción temeraria muy graves.
He disfrutado mucho leyendo Un extraño en casa. En ocasiones puede parecer predecible pero las cosas no siempre son lo que parecen y te sorprende. Sin artificios. Sin inventos. Con giros de trama factibles. Y eso es lo que me gusta de una novela de intriga, que me provoque sorpresa, que tenga giros inesperados, pero que tengan lógica y sentido.
Es fácil engancharse a la novela porque es muy fácil de leer. Enseguida te intriga, atrapa rápidamente. Y luego puede decirse que se lee casi sola, es para leer del tirón. Los personajes guardan sorpresas pero que son factibles. Probables. No predecibles pero sí creíbles. Me gusta que huye de recursos como el morbo gratuita, la sangre fácil, lo desagradable porque sí, que muchas veces se utilizan para enmascarar una intriga con poca gracia y para tapar un final lleno de trampas para el lector que surge de la nada. No es el caso, está trabajado y precisamente que todo parezca fluido es un valor a destacar.
Sin duda alguna buscaré más novelas de Shari Lapena. De esta no voy a añadir nada más porque la intriga comienza en las primeras líneas y todo lo que pueda comentar de más sobra. Es una novela para que el lector vaya descubriendo todo a su debido tiempo, análisis de personajes incluidos.