La estación de las tormentas, de Charlotte Link, es la primera entrega de una trilogía. Nada tiene que ver con otras novelas que había leído de la autora, como En la guarida del zorro o Ecos del pasado, que son de intriga y suspense contemporáneo. Esta es una novela histórica que la autora publicó por primera vez en 1989.
De qué va La estación de las tormentas
Prusia, junio de 1914. En la familiar finca de Lulinn, para Felicia, una joven aún casi adolescente, de clase acomodada, bella, caprichosa y egoísta, los veranos son muy especiales. La libertad y diversión están siempre presentes. Montar a caballo, ir a fiestas, coquetear con los muchachos, es parte del día a día. Sin embargo, eso pronto va a cambiar para siempre.
El primer varapalo llega cuando Maksim, el chico del que está enamorada, desdeña su amor y anuncia que se va a Rusia. Las ideas revolucionarias que ya empiezan a llegar de allí entonces, le han conquistado. Sin embargo, Felicia aún cree que volverá pronto y cambiará de opinión, ya que está acostumbrada a salirse con la suya.
Pero cuando estalla la a la postre conocida como 1ª Guerra Mundial todo su mundo da un vuelco: sus hermanos marchan al frente, su padre también como médico, y muchos de los chicos con los que ha crecido. También su familia se disgrega y ella queda sola con los abuelos demasiado cerca de la frontera rusa para ser una zona segura.
Berlín, Munich, Moscú, Petrogrado, Francia, las trincheras de Verdún o la zona del Báltico son algunos de los escenarios de la novela.
Mi opinión sobre la primera entrega de esta trilogía histórica de Charlotte Link.
Aunque La estación de las tormentas tiene ya más de 30 años no ha sido hasta tiempos más recientes que se ha reeditado con gran éxito.
El planteamiento de recorrer la historia de unos personajes o familias desde los albores de la 1ª Guerra Mundial lo he visto ya en otras novelas (escritas posteriormente a esta) con resultado desigual. Si bien las dos primeras entregas de la Trilogía del Siglo (aún no he leído la tercera) me han gustado mucho, La Villa de las telas fue toda una decepción. La estación de las tormentas es muchísimo mejor que esta última aunque no me ha conmovido y emocionado como las novelas de Ken Follet, y se diferencia en que está más centrada en el plano personal y en unos pocos personajes, no tan repartidos por el mundo. Es mucho menos coral, la protagonista absoluta es Felicia.
Felicia es un personaje que me genera sentimientos de amor-odio. En muchos aspectos me recuerda a Scarlett O’Hara, salvando las distancias, y en más de una ocasión algún momento, escena o acción me ha hecho recordar Lo que el viento se llevó (la novela, no la película).
Ambas son guapas y caprichosas. Aunque son muy egoístas su orgullo termina haciendo que en ocasiones obren en beneficio de otros, pero siempre se ponen por delante. No las importa pisar cabezas y corazones si es necesario. Salvan el estómago y el patrimonio y hasta la vida de los suyos incluso a costa de pisotear su alma, sueños o ilusiones, porque todo no se puede en esta vida. Aman y sufren con pasión. Trabajan con ahínco por atesorar posesiones y por el miedo a carecer de riqueza y aunque les cueste un esfuerzo sobrehumano su afán de salirse con la suya las hace sacar fuerzas de donde no las tienen. Y están obsesionadas por hombres que en realidad no las merecen.
Los paralelismos llegan a algunos hechos concretos, pero esta es una reseña sin spoilers.
En tiempos difíciles, esa personalidad es tanto un castigo como una bendición para quien rodea a alguien así. Porque lo mismo te salva la vida que te la arruina, en otros aspectos. Esa personalidad y las vicisitudes que llevan a esta joven a convertirse en alguien diferente sin perder su esencia es muy interesante. En esos tiempos de guerra y después de la misma hasta después del crack del 29, las aventuras y desventuras que debe salvar, me han tenido atrapada.
Eso sí, a poca historia que conozcas y más aún si tienes en la mochila lecturas de épocas semejantes, ya puedes adivinar con facilidad lo que pasará con algunos personajes.
Creo que dejaré un tiempo de descanso tras leer La estación de las tormentas y probablemente sí lea las dos novelas posteriores de la serie: Los aromas perdidos y Los lazos de la tierra.