La casa del lago, de Robyn Carr, es una bonita novela perteneciente a la serie Sullivan’s Crossing. Se puede leer sin haber leído las anteriores y se entiende a la perfección. De hecho, es la primera novela que leo de esta serie. Supongo que siempre será mejor hacerlo por su orden, pero es de esas series cuyas novelas se pueden leer independientes.
De qué va la casa del lago
Hannah Russell es una directiva de ventas de Minneapolis que pasa un fin de semana en una cabaña en una zona rural de Colorado con vistas a las Montañas Rocosas, en una actividad de convivencia organizada por su empresa. El lugar es precioso y la encantaría pasar tiempo de vacaciones allí, en otro ambiente. Pero nada está saliendo como debía y, harta, coge sus cosas en mitad de la noche y regresa a casa. Ese acto de rebeldía inusual e inesperado en ella tiene su premio: descubre que su prometido le es infiel. Y nada menos que con la secretaria de ella.
Pero para Hannah los cambios no han hecho más que empezar. Hastiada con algunas cuestiones del trabajo, agotada de anular toda la organización de la boda que ya estaba en marcha y viendo que es el segundo prometido al que deja, decide alquilar la casa del lago de la que escapó a media noche para un par de semanas de descanso. Pero antes de sus vacaciones, se encuentra con una desgracia. La muerte de una de sus mejores amigas, Erin. Claro que esa desgracia trae consigo una bendición. ¿O más bien un problema?
Erin tenía un hijo de cinco años, Noah, con una pequeña discapacidad. Criadas ambas en familias problemáticas, ya en la Universidad Hannah prometió que si alguna vez le pasaba algo se ocuparía de sus hijos. Pero ahora esa promesa de antaño se va a hacer realidad. Erin, como buena abogada, ha dejado todo preparado para que Hannah tenga la custodia de Noah y, en su defecto, esta pase a alguna de las dos amigas de ambas, Kate y Sharon. Pero ellas ya tienen sus propios hijos, así que sin saber muy bien cómo lo hará, acepta la custodia.
Para empezar a conocerse mejor, a curar el duelo por la muerte de Erin y a decidir cómo se organizará en el futuro, Hannah y Noah viajan a la cabaña del lago. Y allí son recibidos por su propietario, Owen, un hombre solitario, y por Romeo, un amoroso pero torpón gran danés al que le encantan los niños.
Mi opinión sobre esta novela de la serie Sullivan’s Crossing Robyn Carr
Me ha gustado mucho La casa del lago. Es una novela bonita, emotiva, con mucho encanto. Narra con sencillez y sin crueldad la dureza de la vida y del dolor.
Habla de segundas oportunidades. De muchas segundas oportunidades para distintos personajes, empezando por cada uno de los tres protagonistas. De rehacerse, de seguir adelante, de no cerrarse a la vida. Y eso es muy bonito.
La traducción tiene un problema. Está repleta de erratas. Demasiadas para ser un libro publicado por una editorial. No es que estropeen el libro, pero en ocasiones entorpecen la lectura, rompen la magia de alguna escena. Y no es entendible. En un libro autopublicado sería un problema menor, pero me parece grave siendo un libro de una editorial grande, de peso. Y no precisamente barato, dicho sea de paso.
La casa del lago es una historia que se lee fácilmente. Es agradable, deja buen poso, buen sabor de boca. Claro, ahora tengo más ganas de leer el resto de la serie. Pero porque me ha gustado esta novela, no porque quede nada en el aire, inconcluso o sin entender.
Si ya has leído otras novelas de Robyn Carr y te han gustado, anímate con esta, creo realmente que la disfrutarás.
