Hoy traigo una receta de salmón con chispa que está para chuparse los dedos. Y no es que lo sirva con bengalas ni prendiendo una cerilla, es que el acompañamiento le da un toque dulce, ácido y picante que suaviza la grasa del salmón y acompaña fantásticamente su sabor. Así que no me he resistido las ganas de ponerle este nombre.
La base es un sencillo salmón a la plancha. Yo he elegido ruedas pero si lo prefieres puedes elegir lomos. Para que no se pegue al cocinarlo uso un truco de los más sencillo que ahora te voy a contar. Pero si te resulta más cómodo cocinarlo en el horno, también queda bien. No es igual al vapor porque las marcas de calor y color le dan una gracia y unos toques de sabor sutilmente diferentes, y en este caso tampoco lo cocino con aceite añadido, así que eso ya a gusto del cocinero o del consumidor, como se suele decir.
El salmón tradicionalmente ha sido un pescado de precio elevado. Y no es que ahora esté baratísimo pero comparándolo con otros pescados azules de similar riqueza nutricional se ha quedado en un coste medio asequible.
¿Cómo hacer que el salmón a la plancha no se rompa?
Pon una hoja de papel de horno sobre la plancha de cocina y cuando la plancha coja calor pon sobre ella el salmón. No es necesario añadir ningún tipo de grasa, ni siquiera aceite atomizado o en spray. Y cocínalo con normalidad, cuando coja color por un lado con una espátula grande de cocina dale la vuelta. O con dos, si te resulta más sencillo. Al no pegarse a la plancha de cocina el salmón no se rompe.
Salmón con chispa: receta sabrosa
Con estas cantidades tienes para cuatro raciones de salmón con chispa como las de las fotografías. Si quieres acompañarlo con una guarnición, una sencilla ensalada verde para mi gusto es la mejo opción: es ligera, sabrosa y no va a apoderarse de los sabores del plato.
Ingredientes necesarios para este plato sabroso de pescado azul
4 tajadas de salmón fresco de unos 150-180 gramos cada una
1 pimiento rojo carnoso grande
1 cebolleta tierna pequeña
2 cucharadas de azúcar moreno de caña
1/2 limón
una copa de vino de oporto
100 ml de caldo de carne
5 pepinillos en vinagre pequeños
una guindilla de cayena
aceite de oliva virgen extra
sal
Cómo hacer salmón con chispa
El primer paso es preparar el acompañamiento que es lo que va a tardar un poco más en cocinarse. Para ello pela la cebolleta, lava el pimiento y corta ambos en daditos. Ponlos en una sartén con un chorrito del aceite de oliva virgen extra, un pellizco de sal y la guindilla troceada para que se vayan haciendo a fuego muy lento.
Cuando estén blanditos añade el azúcar y mezcla dejando caramelizar, luego vierte el vino de oporto, el zumo del limón (no tires la cáscara) y el caldo y deja que se cocine en un hervor suave hasta que el líquido prácticamente se haya reducido por completo y quede una mezcla melosa de sabor agridulce y picante.
Con un pelador de cítricos saca tiras no muy largas de la piel del limón y resérvalas. Pica fino el pepinillo y resérvalo también.
Es momento de cocinar el salmón a la plancha tal y como he señalado antes para que no se rompa. Yo le pongo la sal al darle la vuelta pero es cuestión de gustos. Es importante no poner el pescado antes de que la plancha o sartén esté bien caliente. Dependiendo del grosor de las tajadas de salmón, con 3 minutos a fuego vivo por cada lado queda bien.
El punto de cocción del salmón es otra cuestión de gustos personales. A mi me gusta justo que esté hecho el interior, ni crudo, ni pasado. Pero sé que suelen servirlo con el interior aún sin hacer.
Ahora es tan sencillo como servir a cada comensal en un plato llano una tajada de salmón napada con parte del preparado de pimiento y cebolla, una parte de los pepinillos picaditos y una parte de las tiras de piel de limón. Con esto ya puedes servir el salmón con chispa en la mesa.
Me gusta mucho el salmón y así no lo he probado nunca.