Un mágico atardecer en Texas, de Isabella Marín, es la segunda novela de la serie Texas. Hace unos días ya os contaba cómo había disfrutado con Un rincón llamado hogar, y las ganas que tenía de hablaros de las demás.
Y es que leí la serie Texas completa y de oferta en la misma semana porque una vez enganchada a las idas y venidas de las hermanas Patton no podía parar.
De qué va Un mágico atardecer en Texas, de Isabella Marín
Giddins, Texas. Cuando Rachel era adolescente y se enamoró de un chico mayor que ella, Logan, no tuvo ninguna vergüenza en contarlo en casa porque no podía imaginar que eso la iba a hacer vulnerable antes algunas de las personas que más deberían quererla. Pero esa confesión pareció despertar el interés de una de sus hermanas mayores, Jennifer, por el chico. Y tanto empeño puso en arrebatarle la ilusión a la más pequeña de la casa que con su belleza y algunas mentiras lo consiguió sin que él supiera lo que su ahora cuñada sentía por él.
La traición de Jennifer desató toda una guerra entre las hermanas Patton. La segunda, Titi, se posicionó al lado de Jennifer, y la tercera, Zooey, con la más pequeña. Y su relación se rompió durante años.
Rachel vive alejada de su familia, incapaz de interactuar con normalidad con Logan y de tener una relación fluida con sus hermanas mayores. Dos o tres veces al año viaja desde Los Ángeles, donde vive y se ha forjado una próspera carrera como diseñadora, a Texas, para ver a su madre. Pero tras unos momentos en que estuvo a punto de ocurrir algo entre ella y Logan durante los últimos meses de vida de su madre y tras la muerte de esta no ha vuelvo a Giddins. Ni tiene intención de volver jamás.
Logan es un hombre íntegro y leal que hace mucho que no es feliz. Vive en una relación que desde el primer momento le hizo desdichado y sabe bien que su mujer no le es fiel desde hace años. Demasiadas personas le preguntan por qué no se divorcia, incluidas algunas que le importan mucho. Pero Logan conoce demasiado bien a Jennifer para saber que hacerlo equivaldría a perder a sus hijos o, al menos, a no poder tener con ellos la misma relación que tiene ahora. Y en realidad ellos son lo único que le importa en la vida y le hace feliz.
Sin embargo, en los últimos meses, algo le tiene preocupado e inquieto. Y es que de forma inesperada un momento compartido con su cuñada menor, Rachel, le hace preguntarse si realmente está viviendo la vida que quiere y como debería.
Un hecho inesperado pone patas arriba la vida de toda la familia. Cuando Rachel recibe la llamada no puede negarse a viajar a Texas. Lo que no imagina es que la vida va a darles a ella y a Logan una oportunidad de ser felices, si es que se atreven a aprovecharla.
Mi opinión sobre Texas II, la novela de Rachel
Un mágico atardecer en Texas es una historia preciosa. Después de leer la anterior me moría de ganas de leer Texas II, por lo que no esperé ni a que se enfriara el ebook antes de ponerme a ello. Y la verdad es que lo he disfrutado mucho.
Como ya conocía y tenía cariño a los protagonistas, Rachel y Logan, de la novela anterior, me sumergí en la lectura rápidamente y lo he pasado muy bien haciéndolo.
Me cuesta hablar sobre ella porque ya la sinopsis en sí cuenta algunas cosas que al leer la primera novela de la serie es mejor no saber. Así que voy a pecar de escueta y a no desvelar demasiado. Por eso poco más voy a decir que es una novela muy entretenida y una historia de amor bonita en la que los protagonistas se culpan de demasiadas cosas y tienen en cuenta a demasiadas personas para resolver su situación.
También debo decir que de los cuatro hijos de Logan me han encantado los gemelos, dos niños que se comportan como niños. Me dan mucha rabias esas novelas con niños que no actúan como tales y, o bien pecan de tocagaitas o bien parece que tiene 40 años aunque no lleguen a diez.
En resumen, te animo a leer un mágico atardecer en Texas, pero no antes de haber leído la primera novela de la serie o te perderás buena parte de su magia y encanto.