Viento de otoño, de Brenna Watson, es una novela romántica ambientada en la Escocia del S. XIV y protagonizada por una dama castellana de ascendencia escocesa. Tenía ganas de leer la historia de Gabrielle Montroe desde su mención en Tierra de nieve y fuego, como antepasada de su protagonista. Bueno, en realidad mucho antes. Tras la lectura de La Rosa de Hereford me propuse leer más novelas de Brenna Watson. Y este verano le ha llegado por fin el turno a esta historia.
Viento de otoño, de Brenna Watson
1330, Tierras Altas de Escocia. Un grupo de guerreros de diferentes clanes parten en comitiva para llevar a Tierra Santa el corazón de Robert The Bruce, su rey fallecido meses antes, tal y como fue voluntad del monarca. Entre ellos está el joven Keilan Montroe y el hombre de confianza del padre de éste, Angus Campbell.
Pero las cosas no salen exactamente como el joven Keilan las había imaginado. El destino les lleva hasta Castilla para luchar junto al rey Alfonso XI. Tras la batalla de Teba pierde la movilidad de parte de su cuerpo. En su convalecencia se enamora de la mujer que le cuida y se casa con ella. Convencido de que en su estado no será de utilidad a su clan, se queda con su esposa en Toledo junto a su fiel compañero de armas.
Años después, Gabrielle Montroe, hija de Keilan, decide huir de Toledo en plena noche. Huérfana de padres y muertos sus hermanos, descubre que su padrastro pretende casarse con ella. Y antes de que eso suceda, toma la decisión de escapar hacia la tierra de sus antepasado con ayuda de Angus Campbell, ya mayor pero siempre fiel.
Lo hacen por el camino más largo, ya que creen más improbable ser encontrados: en lugar de dirigirse a Francia lo hacen hacia Santiago vestidos de clérigos peregrinos con la intención de llegar hasta la costa y embarcar hacia Inglaterra para luego llegar a Escocia. Sin embargo, ya en las Highlands, Angus es capturado por un clan rival y Gabrielle llega sola al lugar donde aún gobierna su abuelo. Sin saber qué ocurrirá decide que es más prudente seguir haciéndose pasar por un chico hasta que compruebe que es seguro para ella revelar que es una mujer.
Duncan, el joven hombre de confianza del laird y abuelo de Gabrielle, recibe el encargo de entrenar al muchacho escuálido y debilucho. Pero cuando empieza a pasar más tiempo con él y empieza a sentir una atracción hacia el joven, su mundo, creencias y la apreciación sobre su propia persona se desmoronan.
Mi opinión sobre la novela de highlanders Viento de otoño
Como decía al principio, tenía muchas ganas de leer Viento de otoño. Y me ha gustado mucho. Aunque el argumento de la joven disfrazada de hombre no es nuevo (a ver, ya casi nada ni en el mundo, ni en la novela romántica lo es), me ha encantado como está abordada la historia y cómo están recreado los personajes.
Tenía un cierto temor porque había leído varias opiniones que aludían a un final precipitado. Pero la verdad, no sé si porque ya iba con ello en mente, no he tenido esa sensación. La novela es larga y la parte romántica de la misma tiene el espacio que necesita sobradamente. El final, a mi entender, es adecuado y no me deja la sensación de falta de algo.
Además de la trama romántica, he disfrutado con la parte de aventura, con los muchachos que entrenan con Gabrielle y sobre todo con un personaje que me ha robado el corazón, el hijo de Duncan, un niño que tira de lógica aplastante y que es imposible no nombrar aquí.
Otra cosa que quiero destacar porque me ha gustado es el pequeño pero importante papel de dos personajes femeninos, que son un apoyo para Gabrielle bien avanzada la novela. No las nombro ni digo más de estas mujeres porque es algo que ocurre bien pasada la mitad de la historia.
Dicho todo esto, recomiendo leer Viento de otoño, de Brenna Watson. He disfrutado mucho y creo que si te gusta la novela romántica y las historias ambientadas en la Highlands, también te gustará.