En este caso los he preparado mezclando champiñones blancos con champiñones portobello; podéis hacerlos también con sólo una de estas variedades, incluso con otras setas como las de ostra o las shiitake, porque quedan también de maravilla.
Estos champiñones son un aperitivo muy agradecido para cualquier momento del año, pero también una guarnición estupenda para carnes a la plancha, o para platos de pollo.
CHAMPIÑONES AL AJILLO
Ingredientes:
200gm champiñones blancos
200gm champiñones portobello
una copa de vino blanco seco
5 dientes de ajo grandes
1 guindilla de cayena
4 granos de pimienta negra
unas hojas de perejil fresco
aceite de oliva virgen extra
sal
Preparación:
Preparar un majado con los ajos pelados, un pellizco de sal, la guindilla, el perejil y la pimienta negra.
Limpiar bien los champiñones y cortarlos en trocitos (yo los champiñones medianos, en sextos).
Poner al fuego una cazuela de barro con un chorrito de aceite de oliva y el majado; cuando comience a dorarse y antes de que se tueste, añadir los champiñones y el vino blanco; cubrir con una tapa de agujeros y dejar que rompa a hervir.
Destapar cuando haya roto a hervir y cocinar suavemente unos 12 minutos o hasta que los champiñones estén tiernos. Si son grandes, quizá necesiten un poco más, pero procura que no queden muy hechos porque pierden, sobre todo en textura.
Servir calentitos.
Pues no te lo creerás,,, ¡nunca los he preparado en casa! Y mira que nos gustan los champiñones de mil maneras… pero nunca he pensado en comerlos en otro sitio que un bar…
Gracias por compartir,
Besos,
Palmira
Entonces me alegro mucho de haberlo publicado, Palmira. En casa es algo que comemos bastante a menudo.
Besos.