Albóndigas con guisantes

Ya es tiempo de empezar a pensar en platos propios del otoño y de cara al invierno. Y para hacerlo me he decidido por unas clásicas albóndigas con guisantes. Un plato sencillo, de sabores reconocibles e ingredientes básicos y asequibles.

Al escribir esta entrada me he dado cuenta de que ya hay más de una docena de recetas con albóndigas publicadas en el blog. De sabores tan variados como las albóndigas en salsa con arándanos  con un estilo mediterráneo a las albóndigas a la Guinness, con un toque más irlandés.  Si te apetece verlas todas en el índice de recetas puedes encontrarlas o, más fácil aún, en el buscador de la página poniendo la palabra albóndigas.

Las albóndigas con guisantes de hoy, como digo, son de sabores muy reconocibles, sencillos, tradicionales. En lugar de salsa llevan un caldito o jugo muy sabroso. Por eso te puedes animar a servirlas con tenedor y con cuchara. O a acompañar con un buen pan casero para mojar en este caldo.

En esta época del año los guisantes que he utilizado son congelados. Estos son muy asequibles, lo que no se puede decir de los guisantes frescos de primavera. En cuanto a los pimientos he usado piquillos asados al horno de leña, en conserva. Pero si tienes a mano pimientos rojos y los quieres asar en casa, genial. El suave toque ahumado de estos pimientos da mucha gracia al conjunto.

No quiero olvidarme de señalar que estas albóndigas congelan muy bien. Si has utilizado guisantes congelados crudos para prepararlas no te preocupes, porque al haberse cocinado después pueden volver a congelar con seguridad. Si te sobra poca cantidad puedes dejarlas para un aperitivo o para otro día que te quede comida preparada y solo necesites una ración.

Con estas cantidades tienes para 6 raciones generosas o para 8 o 10 tapitas como las de las fotografías.

Albóndigas con guisantes.

Ingredientes:

• 500 gramos de carne de ternera picada
• 500 gramos de carne de cerdo picada
• 400 gramos de guisantes congelados
• un bote (400 gramos) de pimientos del piquillo asados en horno de leña
• 1 y 1/2 taza de caldo de carne desgrasado
• 3 dientes de ajo
• 3 chalotas moradas pequeñas
• una ramita de tomillo seco
• una cucharada de cebollino fresco picado muy fino
• una guindilla de cayena
• aceite de oliva virgen extra
• harina de arroz
• pimienta negra
• sal

Preparación:

Pela los ajos y pica finos. Ponlos en un cuenco con el cebollino, ambos tipos de carne y salpimenta. Mezcla muy bien y forma las albóndigas del tamaño que más te guste. Con un kilo de carnes yo he hecho 40 albóndigas pero es cuestión de gusto, eso sí, cuidado con los tiempos de cocinado para que no queden secas.

Pela las chalotas y córtalas por la mitad. Ponlas a sofreír en una sartén o cazuela amplia y baja con un chorrito de aceite y la guindilla y cuando cojan color, retíralas a un plato.

En una olla rápida pon las chalotas y la guindilla retiradas, el caldo y cuando esté caliente los guisantes. Tapa y una vez suba la válvula cuenta 10 minutos. Seguidamente retira del fuego.

Enharina las albóndigas con la harina de arroz y saltéalas en la misma sartén o cazuela, justo para que cojan un poco de color por fuera. No se tienen que freír porque en ese caso ya estarían hechas y guisarlas sería sobrecocerlas. Cuando cojan color añade los pimientos y mezcla bien.

Vierte sobre las albóndigas el contenido de la olla rápida, añade el tomillo en rama y tapa. Cocina todo junto durante 5 minutos o hasta que las albóndigas estén hechas. El truco para que queden jugosas sin añadir pan es hacerlas lo justo. Retira del fuego y sirve las albóndigas con guisantes solas o acompañadas de patatas asadas especiadas como guarnición.