El tema de las limosneras ya lo he utilizado en otras ocasiones. Esta vez el relleno es de lo más sencillo. Es uno de los picoteos que preparé el otro día, un buen apaño para cuando te enteras con el tiempo mínimo de que vamos a ser unos cuantos a comer. Aunque no está pincelado por fuera con huevo tiene colorcillo, es debido al tomate del relleno.
Ingredientes:
16 obleas para empanadillas
12 aceitunas verdes rellenas de pimiento
2 latillas de atún en aceite de oliva
6-7Cd tomate frito
un pellizco de albahaca seca
Preparación:
Picar las aceitunas y mezclarlas en un cuenco junto con el atún bien escurrido de su aceite de conservación, la albahaca y el tomate frito.
Poner una porción de la mezcla en el centro de cada oblea para empanadillas. Cerrar subiendo los bordes y disponer sobre una placa que pueda ir al horno, forrada con papel de horno o sobre un silpat, para que no se pegue a la base.
Introducir las limosneras en el horno ya caliente a 200ºC y cocinar durante unos 8 minutos o hasta que tengan un aspecto ligeramente dorado.
Dejar enfriar antes de servir.
Que chulas me gusta hasta el nombre.. mira que dan juego las obleas y además poquito trabajo no puede pedirse mas:)
Besicos sorianos
Qué monada! Es otra forma de hacer empanadillas, y que nadie se canse.
Besos.
Qué rico 🙂 ¡Me gusta la combinación de ingredientes!
Yo también hago limosneras, sobretodo cuando voy a alguna casa de amigos invitada y tengo que hacer alguna cosa rápidamente, ¡quedan estupendos!
Un beso
Qué chulas. Me has dado una idea. Y lo de hacerlas en el horno genial, menos grasa.
Un besito
De trabajo el mínimo imprescindible, ya puede pillarte en día vaguete o superestresada, que no tardas nada. Me alebro de que te gusten.
Besos.
Si, me gusta ponerlas para esas cenas-comidas de picoteo, una empanadilla normal no apetece tanto aunque en realidad es lo mismo. Es cuestión de la vista, que nos llama.
Besos.
Gracias, Manzana. Sales del apuro y gusta a todo el mundo, ¿verdad?
Besos.
Curra, si aún no las has probado al horno no dejes de hacerlo, yo desde la primera vez que las hice empanadillas normales en él no he vuelto a prepararlas fritas: me gusta más la textura, el sabor, son más ligeras y aguantan el tiempo perfectamente.
Besos.
ya sabes que a mi tus limosneras me vuelven loca, con ese relleno no podia ser menos…uhmmmmm
ME encanta el nombre que les has puesto!
Las obleas dan mucho juego y tu rellenito está para chuparse los dedos!
Un beso,
Palmira
Es de lo más clásico, pero justamente por eso es buena opción para ese tipo de invitados que no se atreven con sabores menos reconocibles o menos tradicionales.
Besos.
Gracias, Palmira. Cuando hay poco tiempo, hay que aprovecharse de estas cosas.
Un beso, guapa.
Muy buenas y sencillas….y a mí me encantan este tipo de picoteos.
Lola, pues esto es un visto y no visto, no se tarda nada. El único truco es escurrir muy bien al atún y vigilar el horno, porque se hace enseguida.
Besos.
Que recurso más rico para unos entrantes. Además crujientes y calentitas, recién salidas del horno. Quién se va a resistir.
Un besote
Mira, nunca había oido esto de las lismoneras. Me gusta mucho la idea, además que es muy fácil de hacer, y queda muy bonito. Que buenas ideas nos das. Un abrazo.
¡Qué rico y fácil!
Con cualquier cosita nos montas un platillo para chuparse los dedos.
Un beso.
bastante simple y rápido para salir del apuro. me gusta. 🙂
Es lo bueno que tienen, jantonio, que en caliente están ricas y al ir al horno quedan perfectas enfrío también.
Un beso!
Yolanda, facilísimo, y admite rellenos dulces o salados al gusto.
Un abrazo, guapa, y buena cosecha.
Facilísimo, Lola, no tiene misterio alguno. Y desaparecen en un pispás.
Besos.
Muy simple, no tiene dificultad ninguna porque hasta el relleno es facilísimo y de los de toda la vida, el típico que se puede dar a esos invitados a los que no les sacas del sota-caballo-rey.
Besos.
Ja, ja ja, yo tenía una limosnera cuando hice la primera comunión. Ha sido muy acertado el nombre que les has puesto, es que son idénticas, sólo que la mía era de tela.
Te han quedado muy apetecibles.
Un beso
rosa
Gracias, Rosa. Son de lo más simples, pero quizá por eso gustan tanto en la mesa.
Besos.
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