Todos conocemos el valor de un buen sitio; los primeros lugares en la cola de venta de entradas de un concierto, el mejor palco para ver un acontecimiento deportivo, asiento de ventanilla en el lado de sombra en un viaje de verano, la última fila en clase de matemáticas… Rufo también conoce el valor de un buen sitio; a la sombra y debajo de la mesa, al fresco y donde siempre puede echar mano (o pata, o boca) rápidamente de aquello que se caiga. ¡No sabe nada!
Él sí que sabe 🙂
Demasiado a veces. 😉
¡Buen día!
Jejejeje, los perros son más listos que el hambre y majos ya ni te digo, al tuyo se le ve en la cara 😀
¡Un beso!
Todavía es un cachorrete, pero si que es avispado y muy cariñoso y juguetón.
Un beso, guapa.
jajajaa, miralo que guapo y que avispado mi sobri.
jeje, 😉