Como ya estamos con tiempo fresco ya apetecen un montón los platos de cuchara, la verdad es que yo ya tenía mono de un plato de legumbre en condiciones, calentito y reconfortante. Así que no me he resistido más y he preparado unas alubias costeras riquísimas, para chuparse los dedos y no dejar ni el cerco. Aunque he aprovechado y lo he preparado con alubias de las que venden ya cocidas en tarros de cristal les he dado el toque completo en la cazuela de barro, que aporta un toque de sabor y aromas que me encanta y no es lo mismo que cuando lo hago en la cazuela de acero inoxidable, aunque me lleve un poquito más de tiempo y cuidados, el resultado final hace que merezca la pena.
Ingredientes:
un bote de alubias blancas cocidas
una docena de almejas
una cebolla blanca mediana
una zanahoria mediana
un tomate pata negra mediano
6 lonchas finas de panceta adobada curada
una copa de vino blanco
5 dientes de ajo medianos
1Cd perejil fresco
aceite de oliva virgen extra
una guindilla de cayena
sal
Preparación:
Pelar la cebolla y la zanahoria. Picarlas lo más fino posible y reservar.
Pelar el tomate, picarlo en daditos y reservar.
Picar fina la panceta y reservar.
Preparar un majado con un pellizco de sal, los ajos pelados y el perejil. Reservar.
Poner al fuego una cazuela de barro alta con la guindilla picadita, un chorretón de aceite de oliva virgen extra, la cebolla y la zanahoria y sofreír muy suavemente. A media cocción añadir la panceta y seguir sofriendo todo junto hasta que las verduras empiecen a ablandar y tomar color. Añadir entonces el tomate y rehogar todo junto 3-4 minutos más.
En un cazo antiadherente dorar ligeramente el majado, añadir las almejas limpias y el vino blanco y abrirlas a fuego suave. Reservar por un lado las almejas y por otro el jugo resultante de abrirlas (con su majado).
Añadir las alubias a la cazuela de barro así como el jugo del majado de abrir las almejas. Dejar que rompa a hervir y mantener 10 minutos en un hervor suave.
Rectificar de sal si fuese necesario, añadir las almejas, dar vuelta con cuidado de que no se rompan las alubias y servir.
Copiada para la semana próxima :o) Mira que con lo de cosas que comemos nunca he comido alubias con marisco o pescado… parece mentira, ¿verdad?
Perfecto este guiso con su cazuela de barro, es verdad que no saben igual, definitivamente!
Besos,
Palmira
Esto, como dicen en mi tierra, tiene que estar para quitar el “sentío”, sobre todo en un día frío o lluvioso. ¡¡Mmmmmmmmm!!
que ricas por favor!! aqui ha refrescado un pelin por fin, y aunque los dias son aún calurosos, las tardes y noches ya son otra cosita, y fijate tú que esa poca cosa.. ya hace que apetezcan platos como el tuyo.
se me han antojado oye!!
Cada vez me gustan más las legumbres con pescado, estas alubias me encantan, la única pega que no tengo ese plato ahora mismo delante para meterle mano.
Un beso
Me encantan las alubias y no me importan que sean costeras… aunque yo las prefiero sin almejas. No me gustan 🙁 Pero sé de unos cuantos que se comerían este plato en un pis pas 😉
Besos.
Desde luego con esa cazuela de barro te quedarían irresistibles!!! a mi me gusta mucho el sabor peculiar que da el barro a los guisos, es fantástico.
Un besito
Palmira, ¡con lo que te gusta a ti probar cosas! Pues no te lo puedes perder, estoy segurísima de que te van a gustar, en serio. Anímate y me cuentas.
Besos.
Me alegro mucho de que te guste, Lola.
Besos.
Pica, aquí esta mañana además de frío había una niebla de esas densas que casi no te dejan ver, imagínate.
Besos, guapa.
Chelo, anímate a prepararlo, de verdad que está de cine.
Besos.
Elena, si no te gustan las almejas no hay nada que hacer, pero si te gustan los mejillones, prueba, cambia bastante el sabor pero queda también muy rico, yo lo he hecho a veces y queda muy fino.
Besos.
¿Verdad? A mi también me encanta.
Un besote.