Con la llegada de enero llegan las temidas subidas en algunos (muchos) seervicios básicos: la cuota de telefonía fija, las del gas, la bombona de butano, las tarifas de la electricidad y el transporte público, son sólo algunas de ellas.
Estas subidas vienen a producirse en un momento “crítico” en el que tras tres meses de locura nos encontramos con que el IPC del año ha sido del 4,3%. Una media que se ceba en los productos básicos como el pan o los gasóleos (que en el último año han experimentado una subida de un 15%). Y con el euribor a punto de llegar al 5%.
¿Y antes esta situación, que podemos hacer las familias para poder ahorrar o, cuanto menos, llegar a fin de mes con cierta soltura? La cosa está difícil porque casi todo lo factible, ya lo estamos llevando a cabo, como hemos comentado en otros post anteriores. Pero ahora más que nunca hay que dejar volar la imaginación para hacer que nuestra economía familiar no sufra más de la cuenta.
* Cuando vayas a la compra, fíjate muy bien en el etiquetado del precio, donde se indica a cuánto sale el kilo de producto. Normalmente tendemos a pensar que los paquetes o envases grandes, también llamados familiares son más económicos, pero esto no siempre es así. También es una buena manera de comparar el precio entre marcas, pues los diferentes formatos y tamaños pueden hacer que nos engañemos al hacer la cuenta.
* Recuerda la gran cantidad de dinero que puede suponer el cambiar las bombillas convencionales por las de bajo consumo. Un detalle que además es muy ecológico.
* Recicla en tu vida cotidiana. Seguro que encuentras un nuevo uso para muchas de las cosas que pensabas tirar, ahorrando así el comprar un nuevo objeto para ese uso nuevo. Por ejemplo, puedes hacerte un bolsito de mano con la tela de unos inservibles vaqueros desgastados o utilizar como “vacía bolsillos” la tulipa de la vieja lámpara. Todo es cuestión de imaginación. Si crees que no se te ocurrirá nada digno para ese objeto, prueba en un buscador de internet a teclear “objetos alterados” y echa una ojeada a lo que algunos son capaces de hacer, seguro que te inspira.
* Deja la tarjeta en casa. Prueba a manejarte con dinero, tendrás una idea más clara de cuánto gastas. Intenta no utilizar más de cien euros a la semana. ¿Serás capaz?
* Ten presente que la comida también se puede reciclar. No se trata de comer nada estropeado, por el contrario, compra con cabeza para que eso no suceda, pero recuerda que las llamadas “sobras” pueden dar lugar a platos exquisitos. Una taza de garbanzos cocidos puede convertirse en una rica guarnición de carne si se saltean con unos taquitos de verduras frescas. Un filete de ternera ya cocinado se transformará en un rico segundo plato para dos si lo cortas en tiras finas que añadirás en el último momento a una fritada de cebolla, pimientos y tomate: junto a dos huevos duros picados, el relleno prefecto para un hojaldre salado. Y una tajada de pescado blanco cocido o asado puede dar lugar a un rico relleno de calabacines, con la pulpa picada de estos, unos champiñones y una bechamel ligera.
[…] las cosas, conviene hacer un nuevo repaso a algunas ideas que pueden ayudarnos a mantener a flote la herida economía familar. Aquí van […]