Valeria al desnudo, de Elísabet Benavent

Publicado 5 julio, 2014 por Marhya en Cultura, Literatura, Reseñas / 0 Comments


Valeria al desnudo es la cuarta y última entrega de la serie de novelas de Elísabet Benavent, que tanto éxito están teniendo.

Valeria está con Bruno, pero no deja de pensar en Victor. Tampoco parece muy dispuesta a comprometerse de verdad. Lola, Nerea y Carmen tienen también sus propios altibajos personales, en este final de serie.

A ver, ¿cómo explicaría lo nada que me ha gustado esta última novela de la serie sin meter ningún spoiler? Difícil, pero lo voy a intentar. Aunque  antes tengo que decir la pena que me ha dado la deriva de la serie, ya que la primera novela me enganchó mucho y ha ido de mal en peor. Supongo que es lo que tiene alargar tanto la cosa sin mucha chicha y liando la cosa sin tener muy claro cómo desliarla al final; quizá sí tenía el qué pero no el cómo, y así ha pintado entre unas cosas y otras.

Tengo que hacer un inciso y decir lo mal que me ha terminado cayendo Valeria (nada que ver con la primera novela e incluso con la segunda). Me ha parecido un personaje odioso y egoísta a más no poder, empeñada en hacer lo que le parece que la conviene sin importar a quién daña por el camino. En principio, si hay un personaje egoísta en la historia es Lola, pero no, Lola se hace más daño a si misma que a nadie (por el camino también deja heridos, pero heridos menores) pero Valeria para salvarse (sin lograrlo) a si misma, daña a los demás. Y eso siendo la protagonista, y el personaje blanco y rosa que nos quieren pintar, es un sinsentido y me cabrea mucho.

El querer terminar la serie como un final de cuento de Disney pero dejando cadáveres (es una forma de decirlo) por el camino, queda muy, muy feo. Si lo habéis leído, me entenderéis, no doy más detalle para no meter spoilers. Cadáveres que además quedan en el aire, esperando a un más o menos largo epílogo ambientado seis años después para no cerrarlo en falso. Para mi si es un cierre en falso porque suena a llamada de atención, “eh, niña, que te has olvidado de este personaje en una zanja oscura y algo habrá que hacer con él para que los lectores no nos echen el perro”.

Ese largo epílogo de Valeria al desnudo es una manera muy facilona de poner fin a la historia, después de tanto enrededo, de tanto si pero no, de tanto quiero a uno pero me quedo con el otro, de que me conviene tal o me interesa cuál, que al final para que veamos claro que toma una buena decisión, nos tenemos que plantar en seis años más tarde y cumplir con todos los tópicos de la relación feliz. Que tiene cierta gracias si lo piensas, porque también al principio ella estaba ¿felizmente? casada desde hacía años, así que no quiere decir nada… No se pueden poner finales de cuento de Disney en historias no aptas para ellos, es lo que pasa, que no suenan ni reales, ni coherentes.

El epílogo también sirve para poner un final feliz adecuado a Lola, Carmen y Nerea, que entre tanto folleteo y entre tanta duda, se estaban quedando a un lado y sin páginas para darlas su propio final adecuado dentro de los tiempos lógicos de una novela.

De las escenas de sexo no hablaré porque ya dije lo que pensaba en la crítica de la tercera novela y es totalmente aplicable a ésta.

Cuando una serie es mala desde el principio, la dejas a un lado de buenas a primeras. Pero cuando se deteriora así jode muchísimo más; una sigue leyendo a la espera de recuperar un poco de ese algo interesante que ofrecía y prometía, y se siente defraudada al no encontrarlo. Da muchísima más rabia.

La novela está publicada por Suma de Letras, consta de 543 páginas y su precio es de 17 euros en formato libro y de 7,99 euros en formato ebook.

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