Un lugar donde quedarme, de Jana Westwood

Un lugar donde quedarme, de Jana Westwood, es una entretenida novela que he disfrutado estos días. No es lo que esperaba (no hablo de mejor ni de peor, es que me había hecho una idea diferente sobre la trama y ambientación) pero me ha gustado mucho. A pesar de un final un pelín brusco y casi excesivamente happy end, puedo decir que he disfrutado leyéndolo. No es un novelón, pero es una estupenda lectura de entretenimiento.

Felicia Harbord no puede tener hijos. Pero ve una oportunidad de ser madre en la mala racha de su hermana Jillian, afincada en México, que ya tiene cuatro hijos, está embarazada y está pasando penurias económicas. Así que le propone adoptar al hijo que esta va a tener a cambio de mejorar las vidas de sus otros hijos pagando una mejor vivienda, sus estudios y necesidades básicas. Pero como tampoco tiene un instinto maternal muy desarrollado ni sabe cómo criar a un hijo, le pide también que vaya a vivir con ella la mayor de las niñas, Tracy, acostumbrada a ocuparse de sus hermano menores.

Tracy llega al rancho de Felicia y Sam Harbord para ayudar a cuidar de su hermano Harry, siendo este un bebé de pocos días. En todo momento la hacen saber que está allí como protegida y para apoyar en el cuidado de su hermano, pero que no es considerada como él. Y aunque desde el principio puede tratar a Harry como al hermano que es, no se siente bienvenida en el lugar. Solo con unas pocas personas se siente a gusto y bien, principalmente con Nathan, sobrino de su tío Sam.

Crecer en un ambiente semejante no es lo más feliz del mundo. Pero tampoco es una tragedia griega y Tracy encuentra alicientes suficientes para seguir adelante en las personas a las que más quiere. Pero eso no quiere decir que sea feliz. Al menos, no lo será hasta que sea capaz de tomar las propias riendas de su vida.

Por algún motivo me hice una idea equivocada respecto a la ambientación de la novela. Fallo mío y de nadie más. Como la portada no es muy evidente y la sinopsis oficial no mencionaba el lugar ni la época en la que transcurría la acción, asumí (erróneamente) que se trataba de una novela de época. Probablemente porque así ocurría en La solterona, la única novela de Jana Westwood que había leído hasta ese momento. Pero Un lugar donde quedarme transcurre en Texas en la actualidad.

Salvada la sorpresa, me sumergí rápidamente en la historia y me dejé enganchar por su narración amena y atrayente. Es una de esas novelas que sin ser un novelón te atrapa sin remedio y cuesta dejar a medias al terminar un capítulo, porque lo único que deseas es leer el siguiente.

Si tuviera que hablar de  Un lugar donde quedarme con pocas palabras, diría que es una novela de entretenimiento y sin mas aspiraciones. Bonita y amena. Sencilla (tampoco simple). Y agradable pese a los malos momentos que pueda contar en ocasiones. Porque la vida es así, con mejores y peores momentos.

Aunque fríamente le veo algunas pegas como su final un tanto brusco. O un final demasiado feliz (aunque habrá quien me diga que tratándose de felicidad nunca puede considerarse que algo es demasiado). Pero lo cierto es que durante la lectura lo he disfrutado y al fin y al cabo cuando se trata de leer por placer eso es lo que importa, ¿no te parece?

Si no buscas una obra de arte sino una novela entretenida sobre una mujer fuerte con la que disfrutar de un fin de semana de lectura, Un lugar donde quedarme puede ser una estupenda opción para ti.