¿Eres de los que prepara caldo en casa, de los que prefiere comprarlo o de los que solo añade agua? No cabe duda de que el caldo comercial es muy práctico en muchas ocasiones, pero hacer caldo en casa merece la pena pro muchas razones y siempre que sea posible ocuparse de ello es una buena decisión.
Por qué hacer caldo en casa: razones que hacen que merezca la pena
Habría más razones que añadir pero lo voy a resumir en las que, en mi opinión, son las más importantes. Me encantará leer tu opinión y saber si para ti es una buena práctica cocinar caldo casero y por qué.
Más sabor para tus recetas caseras
Cocinar con caldo o hacerlo con agua no tienen nada que ver. Un buen caldo hace que guisos, arroces y otras preparaciones tengan mejor sabor. Con menos coste, añadiendo menos ingredientes, consigues un plato de sabores más intensos, naturales y agradables. Sin necesidad de añadir potenciadores de sabor artificiales.
Más ahorro y menos desperdicio
Una de las principales razones para hacer caldo en casa es que te ayuda a lograr el desperdicio alimentario cero a la vez que te ayuda a estirar tu presupuesto para alimentación.
Alimentos que empiezan a perder frescura o partes de los alimentos que habitualmente no se comen son ideales para preparar caldos. La típica zanahoria demasiado grande para ser tierna para ensalada, por ejemplo. La parte ver de de los puerros o el casco exterior más fibroso y basto de la cebolla. Las cáscaras de unos langostinos. La cabeza y raspas de un pescado, los huesos del pollo o el hueso del jamón, por poner algunos casos.
En lugar de acabar en la basura proporcionan un plato delicioso que puedes servir para beber, usar para sopas o como base para dar sabor a otras preparaciones culinarias o recetas. Su gasto no termina perdido, por eso hacer caldo en casa es una práctica rentable.
Mejora tu capacidad de improvisación en la cocina y el ahorro doméstico.
Puedes hacer mucha cantidad y concentrarlo, de modo que su volumen se reduce al tiempo que se intensifica su sabor. Así puedes guardarlo en el congelador en recipientes debidamente etiquetados ocupando muy poco espacio. Y utilizarlo cuando más te convenga.
Si en un momento dado no has tenido tiempo de ir a la compra o se te complica llegar a fin de mes, el caldo guardado te ayudará a cocinar recetas ricas y baratas.
Como ejemplo, el sabor de un sencillo arroz blanco cocido es muy diferente si lo cocinas en agua o en un caldo casero sustancioso y sabroso. Con ingredientes modestos como pan, pasta o un bote de legumbre cocina y un buen caldo puedes preparar sopas deliciosas en cuestión de minutos.
Te permite jugar con los sabores y cocinarlo 100% a tu gusto
Los caldos clásicos son muy ricos. Un buen caldo de ternera, de jamón o de pollo por sí mismo ya puede ser estupendo. Pero no tienes por qué limitarte a los sabores más tradicionales y sencillos.
Cocinar caldo en casa es una oportunidad para probar diferentes sabores. Añadiendo hierbas y especias. Incorporando una pequeña cantidad de algún licor. Jugando con las hortalizas o incluso usando algún ingrediente inesperado o menos habitual, como algas. ¡Y solo son algunos ejemplos!
Date el gustazo de disfrutar en la cocina probando nuevas recetas.
Ingredientes naturales
Otra buena razón para hacer caldo en casa es que de esta manera sabrás qué ingredientes has utilizado. Si quieres puedes usar solo productos naturales, sin añadir conservantes, colorantes, acidulantes, espesantes refinados y otros productos de ese tipo.
Si te gusta saber qué llevan tus platos, ya es una buena razón para cocinar caldos en tu cocina.
Y tú, ¿qué tipo de caldo usas y por qué?