La intérprete de cuerpos, de Anne Frasier, es la primera novela de la serie Inspectora Jude Fontaine. Se puede leer de forma independiente y cierra la trama, así que no importa si pertenece a una serie. Lo he leído recientemente y aunque en algunas cuestiones puede llegar a ser previsible, me ha gustado sobre todo por la energía de la protagonista y porque trata muchos temas más allá de la clásica resolución de un caso policíaco.
Minneapolis. Una mujer joven está secuestrada en un sótano oscuro al que se accede por unas escaleras. Lleva allí tres años, aunque ha perdido la noción del tiempo. Y también el impulso o la energía para tratar de escapar. O eso cree ella, porque un día cualquiera, durante una visita de su captor, la casualidad se pone de su parte y aparece un mínimo resquicio, una pequeña oportunidad que puede suponer una posibilidad de librarse de él y huir. Y aunque la chica parecía haber asumido su situación tiene la fuerza de voluntad y deseo de libertad necesario para aprovecharla, actuar y escapar.
No es un sopiler. Es el inicio de la novela.
Jude Fontaine es el nombre de la mujer que ha sido capaz de liberarse. Cuando fue secuestrada era una inspectora de policía de la unidad de homicidios que fue capturada mientras hacía ejercicio cerca de su casa. Ahora quiere recuperar la normalidad. ¿Pero puede recuperar la normalidad alguien que ha pasado por lo que ha pasado ella? ¿Está preparada para hacerlo?
Y el mundo, ¿está preparado para aceptar su vuelta? ¿Puede recuperar su vida solo con salir del zulo en el que estaba atrapada?
A Jude se la dio por muerta. Y su regreso no será difícil solo para ella. La propia jefa que le da la oportunidad de regresar a su trabajo en comisaría después de una evaluación psicológica positiva, duda de si ha hecho lo correcto. Su nuevo compañero, Uriah, tiene sus propios problemas y no sabe si lidiar con una mujer con su pasado en un trabajo siempre en contacto con la violencia y la maldad es algo posible, sobre todo teniendo en cuenta que también él tiene un pasado cercano complicado que aún no ha superado.
Jude sabe que necesita afrontar muchas cosas. Superar muchos retos. También que hay muchas personas que necesitan ayuda y ella con su trabajo puede contribuir a proporcionársela. Además, su cautiverio ha hecho que sea extremadamente sensible a todo: olores, sonidos, hasta el mínimo cambio de expresión en las personas. Se siente capaz de leer a la gente. Y cuando se sumerge en el caso de una adolescente que aparece muerta y pudiera estar conectada con otras muertes y desapariciones, siente la necesidad de llegar hasta el final y dar paz a la familia de las chicas.
Antes de leer la intérprete de cuerpos esperaba un thriller al uso. En realidad es mucho más porque la fuerza del personaje principal es muy grande. Y superar su situación, encontrarse de nuevo y encontrar su lugar en la sociedad otra vez es tan importante como la resolución del caso que tiene entre manos. Y por eso me ha gustado mucho aunque se intuya alguna cuestión relativa a esta última trama.
En el libro se ven temas como la superación de un trauma (y no solo me refiero a la protagonista), el síndrome de Estocolmo, la violencia contra las mujeres, lo fácilmente que los adolescentes pueden esconder su realidad a sus padres y otras cuestiones.
Me encantaría que publicaran nuevas entregas de la serie porque La intérprete de cuerpos me ha gustado, me ha tenido en vilo y ha mantenido la tensión a lo largo de toda la trama. Y porque me ha gustado la forma de expresarse de la autora y la creación de los personajes. A ver si se animan a publicar desde Amazon Crossing enteras esta serie, las de Kendra Elliot y Melinda Leigh.
Si te van este tipo de lecturas, La intérprete de cuerpos te puede gustar. En mi opinión, merece la pena. Si buscas un thriller policíaco al uso o te agobia leer sobre la maldad, esta novela no es para ti.