Un verano perfecto, de Brenda Novak, ha sido mi última lectura. Una novela que, aunque entretenida, me deja con la sensación de que la autora ha desaprovechado un buen argumentos y personajes. O de que la editorial la ha obligado a podar con saña y sin rubor buena parte del contenido para adaptarlo a un número de páginas que no sobrepasase lo que consideraban adecuado.
Después de leer hace unos días Una librería en la playa, de la misma autora, no puedo decir que me sorprenda esto de Un verano perfecto. Pero al menos no ha sido tan malo como esperaba visto lo anterior, si bien también en esta el final se precipita y, como digo, deja la sensación de que se ha recortado para adecuarlo a una extensión predeterminada.
De qué va un verano perfecto
Lago Tahoe, California. Lorelai, Reagan y Serenity son tres hermanas treintañeras, pero esta va a ser la primera vez que se encuentren en persona. Por distintos motivos, cada una de ellas se ha hecho un test de ADN y el programa ha señalado que son hermanas o más bien hermanastras. Y han decidido darse la oportunidad de encontrarse y conocerse pasando una semana en una cabaña junto al lago, para ver si tiene sentido crear un vínculo entre ellas más allá de la carga genética que pueden compartir y para tratar de averiguar qué antepasados tienen en común.
Serenity se hizo la prueba para plasmarlo en un libro, ya que escribe sobre crímenes reales. Un trabajo que ahora se le hace cuesta arriba, después de que 18 meses atrás tuviera conocimiento de que su marido había estado ocultando su verdadera naturaleza durante años.
Proviene de una familia feliz y aunque se lleva unos cuantos años con sus hermanos menores nunca hubiera imaginado que su origen pudiera ser otro que ser hija de los que considera su padre y su madre. Pero no se atreve a preguntar por si uno de ellos engañó al otro, pues siente que su familia es perfecta tal y como es y no quiere que secretos del pasado puedan amenazar su estabilidad.
Reagan está pasando un mal momento personal que supone a su vez vivir también un mal momento profesional. Y es que una mala decisión, ahora es consciente y puede decirlo, puede ser demoledora para su vida entera. Pero ahora no sabe quién es o de dónde viene. Su madre es una mujer viuda que siempre ha estado entregada al trabajo y no tenía mucho interés por la maternidad.
¿Qué le une a Serenity y a Lorelai? ¿Podrá disfrutar de dos hermanas en su vida solitaria dedicada íntegramente al trabajo?
Lorelai tiene una hija pequeña de cuatro años y está pasando por un momento duro en lo personal después de que su marido haya dejado embarazada a la que durante años ha considerado su mejor amiga. La sensación de doble traición y pérdida que siente solo puede ser opaca por la ira. Para ella doce años de matrimonio feliz (o así lo sentía) han estallado en su cara. Y no tiene una familia en la que refugiarse o a la que agarrarse para llorar porque desde los dos años ha ido viviendo en distintas casas y centros de acogida para menores.
Su hija es su motor. Y la posibilidad de que esas dos mujeres con las que comparte genes sean algo más que dos desconocidas el día de mañana es muy importante. Necesita saber si son personas que merecen la pena o si es mejor aceptar que más vale estar sola en la vida.
Mi opinión sobre esta novela coral de Brenda Novak
Aunque es un Harlequin Un verano perfecto no es una novela romántica, ni se le parece. Es una novela coral, sobre la fraternidad, el amor filial, la importancia de tirar adelante cuando todo se rompe a tu alrededor.
Eso me ha gustado. Pero como he dicho al principio, siento que la autora tenía entre las manos una idea, un argumento y unos personajes que ha desaprovechado vilmente.
He leído estupendas novelas de Brenda Novak, y me temo que el error no es de la autora sino de exigencias editoriales, aunque quizá me equivoque. El ritmo ágil pero con sentido del principio acaba derivando en un final precipitado en el que todo se resuelve en un pispás que no cuadra con el resto. La sensación, como ya he dicho, es de que se han cortado partes y se ha instado a terminar ya la historia en unas pocas páginas.
Ni un triste epílogo en condiciones para dejar un cierre mejor. Necesita un segundo libro en toda regla, aunque me temo que este es su principio y su fin.
Otra cuestión que debo mencionar es lo poco cuidada que está la edición para pertenecer a una editorial grande. Los cambios de nombre de los personajes en ocasiones son sangrantes. Me parece vergonzoso para ser una novela de editorial, no sé si el error es de origen y en la traducción no se ha corregido o si vienen en esta. Sea como sea no me puedo creer que no haya pasado por una corrección que detecte que se van cambiando los nombres a los personajes en demasiadas ocasiones.
Dicho todo esto pues, sinceramente, no me arrepiento de haber leído Un verano perfecto porque como novela entretenidilla y amena, lo es. Y porque la compré de oferta, de haberla pagado a su precio normal me hubiera cabreado, eso lo sé. Pero salvo que vea muy buenos comentarios no me quedan muchas ganas de leer, de momento, novelas nuevas de Brenda Novak, otra cosa son anteriores que aún tengo pendientes.