Amanecer en la bahía, de Robyn Carr, ha sido una lectura diferente a lo esperado pero bonita y agradable. Tenía la idea de que por ser de esta autora y publicada por HQN sería una novela romántica, pero nada más lejos de la realidad. Es una historia de superación personal de dos hermanas en momentos difíciles de sus vidas y de relaciones familiares.
Amanecer en la bahía, de Robyn Carr: de qué va
California, en la actualidad. Adele y Justine son hermanas, nunca han tenido conflictos entre ellas pero tampoco están muy unidas. Probablemente en ello influye en buena medida su gran diferencia de edad, 20 años, y que nunca han convivido ya que Justine ya estaba en la universidad cuando Adele nació.
Adele (Addie) tiene 32 años y no sabe qué hacer con su vida, cómo encauzarla. Ha pasado los últimos ocho años cuidando de sus padres enfermos en la pequeña localidad en la que nació, Half Moon Bay. Dejó sus estudios universitarios sin terminar y lo que en un principio parecía un refugio en un momento duro de su vida personal, terminó siendo un cambio más largo de lo esperado.
Justine tiene 52 años, está casada, tiene dos hijas adolescentes y un marido, Scott, con el que lleva casada 30 años. Por su buena posición económica como abogada de empresa en Silicon Valley ha podido proporcionar a su familia una vida cómoda en San José. A sus hijas no les falta de nada, su marido trabaja a tiempo parcial y ha podido sufragar los cuidados sanitarios de sus padres incluso pagando un modesto sueldo a su hermana Adele por ocuparse de ellos.
Un día Addie descubre que su cuñado tiene una relación íntima con otra mujer, que está engañando a Justine. Y eso desmorona la vida de Justine, que nunca había imaginado algo semejante.
En un momento de grandes cambios para las hermanas, cada una debe sacar la fortaleza de si misma, pero también de la unión y apoyo entre ellas.
Mi opinión sobre Amanecer en la bahía, de Robyn Carr
Aunque no es el tipo de novela que esperaba, me ha gustado leer Amanecer en la bahía. Las historias de superación y de mujeres fuertes casi siempre me gustan. Y la forma de narrar sencilla y fácil de leer de Robyn Carr es estupenda cuando buscas una lectura ligera.
Amarecer sobre la bahía es una historia cotidiana, podemos decir que corriente, y la autora no tiene remilgos por que así sea. No se centra en grades diálogos ni en descripciones preciosistas y no tiene miedo de contar aparentes banalidades que son de importancia en el día a día de las personas y en su proceso de superación.
Los personajes principales, Adele y Justine, son muy diferentes, también sus situaciones, pero es fácil empatizar con ambas.
No es una historia profunda, pero como de costumbre con las novelas de Robyn Carr, tienen siempre más trascendencia y tratan temas más complejos de lo que parece de una forma aparentemente sencilla pero sin miedo, ni pudor. También es así en este caso.
Si buscas una lectura de verano ligera, agradable y que te deje buenas sensaciones, anímate con amanecer en la había.