Flores mágicas, de Heinz G. Konsalik

Publicado 1 marzo, 2016 por Marhya en Cultura, Literatura, Reseñas / 6 Comments


El último libro que he leído hace años que lo tenía pendiente en casa; Flores mágicas, de Heinz G. Konsalik. Hace un montón que me lo traje de casa de mi abuelo y todavía no había encontrado el momento de leerlo.

La acción transcurre en la actual Namibia, a principios de los años´80, antes de su independencia. A la ciudad de Outjo llega desde Alemania el Doctor Oppermann, un joven médico expecialista en enfermedades exóticas, enviado para que investigue una extraña enfermedad que parece atacar sólo a los nativos negros y que ataca sus ojos hasta dejarlos ciegos. Con un ayudante local y la compañía de un curioso misionero alemán, sus días transcurren aburridos y tediosos entre el pequeño hospital y el laboratorio hasta que llega el ayudante que ha pedido al gobierno.

Luba llega a Outjo como ayudante del Doctor Oppermann gracias a que es la mejor, aunque en un primer momento ella piensa que es un castigo a la excelencia y más la hubiera valido ser del montón para quedarse en la capital con sus amigas. De una arrolladora belleza, Luba tiene algo que la hace diferente, inaccesible y la sitúa al margen de todos, es mulata.

Luba y el Doctor Oppermann se enamoran, pero ninguno de los dos se atreve a dar el paso siguiente, porque las duras leyes del Apartheid y la sociedad en la que tienen que vivir no admite una unión así. Además, Luba está en el punto de mira de muchas personas, desde algún blanco sin escrúpulos hasta los hombres negros que su padre (un lider negro por la independencia) envía para vigilarla y protegerla.

Esta novela me ha sorprendido. No iba a leerla, sólo iba a ver de qué iba para poner un poco de orden entre algunos de los no pocos libros que tengo en casa, pero empecé a leer unos párrafos… y hasta el final en dos días de lectura. Me ha gustado mucho.

Aunque en un principio parece que el tema de la enfermedad que tiene que investigar Oppermann es lo principal, pronto pasa a un segundo término y casi desaparece por completo porque son las relaciones personales lo que prima en la novela, lo que de verdad cuenta.

Me hubiera gustado que el autor nos hubiera dejado conocer mejor a Oppermann, algo de su pasado que se solventa con unas pocas piceladas, sobre su familia o procedencia, por ejemplo. Al final es el protagonista y al mismo tiempo el gran desconocido de la novela. Pero la verdad es que nos cuenta más de otros personajes de la historia.

Namibia, que en la novela se denomina El Sudoeste o el Sudoeste de África, porque el nombre Namibia es cosa de los independentistas negros, es, probablemente, uno de los países más estables de África en la actualidad. Leerlo tantos años después de su publicación (que se produjo años antes de su independencia) da otra perspectiva, y hacerlo desde el S. XXI donde a pesar de que el racismo sigue siendo un problema no se llega al punto de los años del Apartheid, también. Creo que esta novela en su momento podía resultar más dura que hoy, porque también la Alemania separada a la que se hace referencia como “Madre patria” de los blancos, no tiene mucho que ver con la alemania multicultural de hoy en día, por más que también existan en ella reductos mayores o menores de racismo, xenofobia e intolerancia cultural.

Supongo que un libro descatalogado hace tanto tiempo no será fácil de encontrar hoy en día, pero creo que en su momento gozó de cierto éxito, así que no creo que sea difícil encontrarlo en bibliotecas públicas que ya existieran en 1983. Si consigues dar con él, te animo a leerlo

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6 Responses to “Flores mágicas, de Heinz G. Konsalik”

  1. Lucero

    Marhya por lo que dices de este libro pienso que puede gustarme, voy a ver si lo tienen en la librería. Si consigo leerlo ya te daré mi opinión. Besos guapetona.

  2. Lucero

    Perdón, donde he puesto librería quería decir biblioteca. ¡ Ay que despistada ando!

  3. Seguro que leer un libro ambientado en un pasado bastante reciente pero con todos los cambios que han conocido algunos países tiene que darle un extra de interés a la novela, ¿verdad?
    Besos,
    Palmira