Tensión, de Gail McHugh

Publicado 17 agosto, 2016 por Marhya en Cultura, Literatura, Reseñas / 0 Comments


Tensión, de Gail McHugh ha sido mi última lectura. Es la segunda y última parte de una serie que comienza con Pulsión, una novela de la que ya os hablé hace unos días. Esta segunda parte podría resumirla en una cosa Buena y otra mala; la buena es que no es más de lo mismo, no es de esas que parece que estás leyendo el mismo libro que el anterior de la serie. La mala es que me ha parecido un aburrimiento y un peñazo. Lo he terminado porque la primera me gustó. Pero me ha aburrido soberanamente. Pulsión lo devoré. Tensión me ha costado horrores seguir leyendo hasta el final.

Emily y Gavin se quieren. Ahora que ella ha roto definitivamente con su pareja, corre en busca de Gavin. Pero el dolor de Gavin es tan intenso que quizá no esté dispuesto a volver con ella. Y, aún en caso de que lo haga, las cuestiones del pasado podrían volver de un modo inesperado y colarse en sus vidas, haciendo todo más difícil y duro de lo esperado.

Como digo, la novela me ha parecido un tostón de categoría. La segunda mitad de la misma está mejor (con salvedades a las que luego haré referencias, sin spoilear, tranquila) pero la primera me ha horrorizado. He estado por dejarla varias veces y si al final la he leído entera ha sido por una mezcla de curiosidad y voluntad férrea.

La primera mitad del libro me ha agobiado por varias cosas, entre ellas porque en buena parte sólo hablan de follar, piensan en follar, sueñan con follar o directamente follan. Con poca gracia literaria o ninguna. De repente la novela parecía un folletín erótico de baja categoría y nula creatividad. Y para colmo, en el capítulo 5 me he cansado de leer sobre la posesión en la pareja “eres mía”, “soy sólo tuya”, “tu cuerpo es mío y sólo mío”… No perdona, mi cuerpo es mío y tú lo disfrutas porque yo quiero que lo hagas y porque te quiero, pero el cuerpo es mío, soy una persona, no un objeto, y por tanto no soy de nadie. Eso debería responder la protagonista o cualquier mujer al respecto. Me repatea esto de la posesión enfermiza en la pareja y me parece que flaco favor hace al mundo en general y a las mujeres en particular esta cosificación de la mujer y ese instinto de posesión que me resulta cargante, peligroso y repulsivo. He dicho.

La segunda mitad mejora algo por cuestiones que no voy a a mencionar para no caer en spoilers. Pero casi al final de la novela la autora se saca de la manga un supuesto giro de la trama que termina no siendo tal y que me parece gratuito, falso y que sobra. Si lo has leído, seguro que ya sabes de qué estoy hablando. Si no, en cuanto lo leas, si te animas a hacerlo, recordarás mis palabras. Una trampa sin necesidad alguna, sin pies ni cabeza. ¿Con qué fin? ¿Despertar al lector del sopor que le estaba entrando con la lectura? ¿Alargar fálsamente un par de capítulos más el libro? ¿Provocar unos sentimientos de forma fraudulenta, que la trama en si no ha logrado arrancar al lector? Sinceramente, no lo entiendo. Quien tenga una teoría al respecto, que me la cuente, por favor, a ver si se la compro.

En definitiva, no, no me ha gustado Tensión. Y poquitas ganas me quedan de darle una oportunidad a alguna futura novela de esta autora, por más que la primera la devorase (con todos los peros post lectura que ya comenté en su momento).

La novela ha sido publicada en España por Terciopelo. Consta de 414 páginas. Su precio es de 18,90 euros en formato libro y de 5,99 euros en formato ebook.

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