Albóndigas en salsa con arándanos

Estas albóndigas en salsa con arándanos son muy fáciles de preparar y lo mejor de todo es que son deliciosas. Su salsa especiada y cítrica es el secreto de unas albóndigas jugosas y con mucho sabor. Sin nata ni ningún otro lácteo. Sorprendentemente bajas en grasas y con el toque de arándanos, el contrapunto dulce para un plato agridulce delicioso.

Quizá en apariencia te parezca un plato muy elaborado. La realidad es que es mucho más sencillo de lo que aparenta. Formar las bolas es lo único que requiere un poco más de dedicación y como se manejan bien y no se pega a las manos, es realmente sencillo.

Puedes servirlas solas como plato principal. O acompañarlas con una guarnición de verduras a la plancha, arroz cocido, cuscús hervido o incluso de patatas asadas, según la época del año. Una ensalada verde también le va bien. Con un entrante ligero y un postre con yogur  ya tienes un menú completo estupendo.

Con estas cantidades tienes para 6 raciones generosas de albóndigas en salsa con arándanos. Congela bien, así que si sois menos en casa te recomiendo hacer esta cantidad y congelar unas raciones para un día que no tengas ganas o tiempo de cocinar.

Albóndigas en salsa con arándanos.

Ingredientes:

• 1/2 Kg de carne de pollo picada
• 1/2 Kg de carne de pavo picada
• 2 cucharadas de pistachos pelados
• 150ml de caldo de pollo desgrasado
• 2 limones grandes
• una tacita (de las de café) de arándanos rojos secos
• 2 cucharadas de ras el hanut
• 1 guindilla de cayena
• harina de arroz
• harina refinada de maíz tipo maicena
• aceite de oliva virgen extra
• sal

Preparación:

Pon en un cuenco tres cuartas partes del ras el hanut con ambas carnes picadas, los pistachos picados muy pequeñitos y un pellizco de sal. Mezcla muy bien y formas las albóndigas, no demasiado grandes.

Exprime los limones y reserva tanto el zumo como la pulpa.

Mezcla una parte de harina de arroz por tres partes de harina refinada de maíz. Enharina con ello las albóndigas.

Pon al fuego una sartén amplia y alta con un chorrito de aceite de oliva y la guindilla picadita. No tanto como para freír las albóndigas, si no lo justo para rehogarlas como si las hicieras a la plancha. Dora las albóndigas en ella por todos los lados. Cuando ya estén doradas vierte el zumo de limón, su pulpa y el caldo. Añade el resto del ras el hanut espolvoreado, una pizca de sal y los arándanos rojos secos. Tapa y deja que rompa a hervir.

Cocina unos 15 minutos en un hervor suave, dando la vuelta a las albóndigas a media cocción para que se hagan bien por todas partes. La salsa quedará ligada gracias a la harina de arroz y de maíz refinada con la que se han enharinado las albóndigas.

Sirve las albóndigas en salsa con arándanos acompañadas de pan. No te resistirás a untar la salsa.