P.D. Todavía te quiero, de Jenny Han, es la segunda entrega de una serie juvenil que comienza con A todos los chicos de los que me enamoré, de la que ya os hablé hace unos meses. Es novela para adolescentes, es de fácil lectura, amena y agradable. No busquéis más, es lo que es. Pero si tenéis que hacer un regalo para una chica adolescente o preadolescente a la que le guste leer, es una lectura más que entretenida.
Lara Jean tiene novio. Pero las relaciones no son su fuerte. ¿O si? Quizá sea el momento en el que más echa de menos no tener una madre o, en su defecto, no tener más cerca a su hermana mayor, Margot, que sigue estudiando en Escocia. Sobre todo cuando un vídeo inapropiado del momento más romántico de su vida se hace público y viral, y lo que parece mostrar insinúa ser más fuerte de lo que fue la realidad.
Lara Jean, la protagonista, va creciendo a todos niveles, incluido el emocional, en esta entrega. Ahora tiene que aprender a tener una relación y a la vez lidiar con una ex amiga celosa, una hermana pequeña con las cosas claras que se ha empeñado en encontrar novia para su padre y con su nuevo trabajo de voluntaria en la residencia de ancianos local. La vida no le da un respiro.
Es difícil analizar mucho de esta novela, más por ser una segunda entrega de una serie que por ser juvenil, sin destripar demasiado. A mi me ha gustado, es para leer del tirón, es fresca y creo que merece que se destaque que no es de estas novelas juveniles que últimamente están de moda en las que todo da una idea bastante negativa de la juventud, con relaciones abusivas o de una dependencia emocional casi patológica, abusos de sustancias y demás. Algunos lo calificarían de light, pero personalmente creo que esto es mucho más realista y que es lo otro lo que es menos usual. Afortunadamente.
Si te gustó la primera novela, creo que P.D. Todavía te quiero te va a gustar. Si has visto la serie de tv basada en estas novelas no puedo opinar sobre ello pero creo que también te gustará leer las novelas. Y si quieres leerla antes de regalarla a una hija/nieta/sobrina te puede gustar, no es aburrida para adultos. Además, seguro que te alegrarás de haber sido adolescente en la época pre-móviles inteligentes y redes sociales. Y es una buena historia para hablar de muchos temas importantes de manera desenfadada: las expectativas en la vida, las relaciones (amorosas, familiares, de amistad) y más.
