¿Sabes por qué las recetas de ahorro clásicas no son soluciones en la crisis actual? Hace unos días estaba echando una ojeada a libros de cocina que tengo en casa, algunos de ellos de hace décadas, alguno sobre cocina económica que se publicó en la crisis de 2009. Y he detectado que las recetas tradicionales y las soluciones para comer bien y ahorrar en la cocina que recomiendan se han quedado obsoletas y no son válidas y efectivas en el contexto actual.
Es muy posible que tú también te hayas dado cuenta de ello, que los trucos parar ahorrar en la cocina de generaciones anteriores, de nuestras madres y abuelas, ya no sirven. Incluso en muchos casos tampoco son útiles los que usábamos hace unos años. Hay que dar una vuelta a todo y eso empieza por darse cuenta de que esos remedios ya no son soluciones.
Por qué las recetas de ahorro clásicas no son soluciones en la crisis actual.
Si sueles hacer la compra y cocinar a diario seguro que ya tienes claras algunas de las razones por las que las recetas de ahorro clásicas no son soluciones en la crisis actual. Estos son solo algunos ejemplos.
Croquetas: de receta de aprovechamiento a plato de lujo.
Durante décadas las croquetas eran un recurso fantástico para aprovechar sobras o para comer bien y barato. Croquetas de bacalao, de cocido, de pollo, de algún guiso rico… Llenaban, gustaban y salían muy bien de precio. Incluso si se preparaban con “ingredientes nobles” como las croquetas de jamón, de cecina o de gambas.
Pero casi todos los ingredientes de las croquetas han subido de precio como la espuma en el mar. La leche, la harina, el huevo, la mantequilla, el pan rallado y, por supuesto, el aceite. Freír es caro. Y las croquetas no son precisamente la preparación que mejor queda en el horno o en una freidora de aire.
Si le sumas la mano de obra y el tiempo de luz, gas o butano de preparar una buena bechamel casera, desde luego hoy en día comer croquetas caseras es un lujo. Una opción más adecuada para días especiales que para diario.
Fritos y rebozados que alargaban ingredientes y preparaciones a bajo coste.
En buena parte por lo mismo que las croquetas, las recetas de ahorro clásicas que alargaban ingredientes con rebozados y fritos ya no salen tan a cuenta.
Unos simples rellenos para el cocido castellano tradicional no son la opción más rentable. Ahora mismo si se trata solo de ahorrar dinero en alimentación es más interesante añadir arroz u otros cereales para que cuezan juntos. También es más saludable, dicho sea de paso.
Los clásicos rebozados más de lo mismo. Entre comerte unos sanjacobos caseros o cocinar a la plancha el lomo relleno y servirlo en sandwich, hay diferencia. Y te ahorras la fritanga, que no deja de ser grasa.
¿Patatas para que cunda una receta? Muy rico, sí, pero no una solución para la crisis del precio de los alimentos.
Pocas recetas de ahorro clásicas en la cocina más extendidas que utilizar las patatas para llenar el buche. La guarnición de toda la vida para llenar estómagos. Patatas fritas, patatas duquesas, puré de patatas….
Y ese par de patatas que se añadía a guisos con intención de que el alimento principal y de precio más elevado cundiese más. A las verduras cocidas, a la carne estofada, a los guisos de pescado…
Pero, ¡ay, amigos! El precio de la patata ya no es el que era. Se ha multiplicado varias veces. Sin ir demasiado atrás en el tiempo, se puede ver claramente. Según datos oficiales del observatorio de precios, la patata en comercio, en el año 2015 era de 0,92 euros el kilo, en el 2018 1,04 euros el kilo y en 2023 ronda el 1,75 euros por kilo. Casi el doble que hace ocho años.
La patata ya no es uno de los aliados para ahorrar en la cesta de la compra. Y si además del precio tienes en cuenta sus valores nutricionales, alimentos como las legumbres o incluso algunos cereales son mucho más interesantes.
Son solo tres ejemplos de por qué las recetas de ahorro clásicas no son soluciones en la crisis actual en 2023 – 2024. Pero no son los únicos. Seguro que tú tienes algún ejemplo más de recetas que te venían bien para reducir el gasto alimentario y que ya no son una opción válida para lograrlo. Me encantaría que lo cuentes en los comentarios, seguro que resulta enriquecedor para todos.
En este blog de cocina siempre ha tenido mucho peso la cocina casera de diario. Pero con las consultas que llegan, voy a ahondar más en ello porque sé que es algo importante en la situación actual para muchas familias. Así que las recetas de día especial serán menos, seguirá habiendo, claro, pero voy a intentar dar prioridad a los platos ricos, saludables y baratos que tanto se buscan y necesitan ahora.
Y recuerda una solución que antes era buena y ahora también para ahorrar en la cocina: procurar el desperdicio alimentario cero. Es un buen principio a seguir.
Que interesante.