Los langostinos al ajillo picantes es un aperitivo rápido que en casa nos encanta. Lo preparo muy a menudo y si estás buscando una forma fácil de preparar langostinos en Navidad y te gusta el toque picante, te animo a hacerlos.
Las preparaciones al ajillo, igual que las recetas picantes, o te encantan o las evitas, no tienen término medio. Obviamente no es para niños ni para estómagos delicados. Pero a todos los que les gustan estos sabores y la intensidad, lo disfrutarán.
A lo largo de estos años he ido publicando en el blog decenas de recetas con gambas y langostinos. Es curioso que esta que es de las que más hago aún no tenía su hueco. Quizá precisamente porque me parece tan básica no le había dado su espacio. Así que la cercanía a las fechas navideñas me han animado a incluirla al fin.
En realidad en los últimos años los langostinos se han abaratado mucho. Es uno de los alimentos que más han bajado pero mantiene la fama de alimento para celebración u ocasiones especiales, aunque en general su precio por kilo no es mucho mayor que la mayoría de pescados del mercado. Así que se han convertido en un aperitivo de celebración económico.
Langostinos al ajillo picantes: receta fácil y tradicional para aperitivo
No tiene dificultad alguna y los ingredientes son muy básicos. Así que es un aperitivo de lo más sencillo de preparar. Yo he usado langostinos medianos y he contado 7 por ración. Depende de lo que tengas pensado servir, puedes contar más o menos, es cuestión de la organización de cada menú.
Ingredientes para cuatro raciones como las de las fotografías
28 langostinos medianos crudos
4 dientes de ajo grandes
1 guindilla de cayena
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
75 ml brandy
1/2 cucharada de perejil fresco picado muy fino
dos golpes de pimienta negra molida
sal
Cómo hacer langostinos al ajillo picantes
Pela los ajos y pica finos, pero que se encuentren. No los tritures, ni los prenses, ni los ralles, ya que podrían soltar el jugo y en ese caso tienen a enranciar el plato, lo que no te interesa nada.
Pon al fuego una sartén con el aceite de oliva, la guindilla lo más picada posible y los ajos. Deja que empiecen a tomar color y en cuanto empiecen a dorarse añade los langostinos sobre ellos. No dejes que se tuesten, en cuanto veas que van cambiando de color, actúa. No tengas miedo, si empiezan a dorar no se van a quedar crudos.
Mueve como si estuvieras haciendo un pilpil un par de minutos y da la vuelta a los langostinos. Añade la pimienta, la sal, el perejil y el brandy. Sube el fuego al máximo y cocina a temperatura alta un par de minutos, lo justo para que se evapore el alcohol, se tomen los sabores y reduzca el líquido al menos a la mitad. Así los langostinos estarán en su punto. Eso sí, si eliges langostinos de un tamaño más grande tenlo en cuenta porque necesitarán un minuto o dos más.
Retira los langostinos al ajillo picantes al momento y sirve de la misma en platos individuales. Interesa comerlos al momento, bien calientes. Y con pan de calidad para aprovechar el juguillo resultante, que es delicioso.
Que rico. Para chuparse los dedos.