Patatas al ajillo

Hoy traigo unas patatas al ajillo riquísimas. Es un plato de lo más sencillo y su sabor, espectacular. Sorprende como con tan pocos ingredientes se consigue que las patatas tengan un sabor tan intenso y rico.

Yo sirvo las patatas al ajillo como guarnición. Van bien con carnes rojas, con pollo o carrilleras de cerdo asadas, y hasta con pescados azules a la plancha. Son muchas las preparaciones con las que las puedes servir.

Pero también son riquísimas para servir como aperitivo, en cazuelita en plan tapeo. Y entran de cine con un vino tinto con cuerpo e incluso con una cerveza negra bien fresquita.

Para que quede bien, con partes blanditas que se deshacen en la boca y partes crujientes hay que seguir unos pasos. Y, además, es clave para que cojan todo el sabor y sean realmente espectaculares y sorprendentes, cuando se ven tan sencillas que no se espera demasiado de ellas.

Con estas cantidades tienes para cuatro cazuelitas de patatas al ajillo como las de las fotografías.

Patatas al ajillo: la receta de guarnición que también es un aperitivo delicioso.

Ingredientes para elaborar la receta.

3 patatas medianas especiales para freír
1 y 1/2 taza de grasa de pato
una cabeza de ajos grande
1 ramita de tomillo fresco
sal

Cómo se hacen las patatas al ajillo.

Pela todos los ajos y ponlos en una sartén alta con el tomillo. Cubre con la grasa de pato fundida y confita unos minutos hasta que los ajos estén blandos pero no dorados.

Mientras se hace, pela las patatas y con ayuda de una mandolina córtalas en ruedas finas, solo un poquito más gruesas que para chips.

Saca los ajos a un platito y también el tomillo

Pon las patatas en la grasa de pato y cocina suavemente durante unos 10-15 minutos. Deben quedar blanditas, cocinadas a fuego bajo, confitadas. Escúrrelas bien y sácalas a una fuente.

Machaca el ajo con un pellizco de sal (puedes hacerlo con un tenedor) y repártelo en el fondo de cuatro cazuelitas de barro individuales o de cuatro fuentes individuales de horno que puedan ser también de servicio.

Pon las patatas en las cazuelitas. Gratínalas unos minutos bajo el grill del horno para que se doren por encima. Retira del horno las cazuelitas con cuidado de no quemarte, sazona las patatas y mezcla para que se ven por arriba parte de las crujientes, parte de las blanditas y se reparta bien el ajo.

Y así de fácil ya puedes servir las patatas al ajillo antes de que se enfríen.