Antes de leer “Los ojos del bosque”, estaba un poco indecisa sobre si hacerlo o no. El título me parecía muy sugerente, la portada me gustaba mucho y la sinopsis me parecía atrayente, pero no tenía claro qué tipo de novela era (incluso pensaba que tenía algo de paranormal, cuando de eso, nada de nada, pero no sé por qué me hice esa idea). Pero me alegro mucho de haberla leído, porque me ha gustado bastante. Aunque a veces se da muchas vueltas a lo mismo y lo que es la trama romántica se define enseguida, en conjunto he disfrutado leyendo esta historia ambientada en la zona rural entre Navarra y La Rioja.
Cristina Olabide posee un taller de confección artesanal y una casa rural en lo que en durante siglos fue el torreón de su familia paterna. Aunque de apariencia frágil, es una mujer fuerte, acostumbrada a sacarse las castañas del fuego y a vivir en soledad. Cuando parece que las cosas comienzan a marchar mejor, una promotora decide construir un hotel con spa de lujo justo al lado de su torreón.
Para Bruno Elorza, promotor y arquitecto del proyecto del hotel de lujo, éste no es un proyecto más, es un sueño largamente anhelado. Sólo la negativa de su vecina, Cristina Olabide, a vender una parte de sus terrenos, arruina su diseño tanto en lo estético como en lo funcional. Ninguna de las personas que ha enviado con la tarea de proponer la compra de los mismos lo ha logrado, así que esta vez decide enfrentarse a ello en persona. Pero cuando conoce a Cristina, algo le impulsa a no identificarse.
Ambos jóvenes se sienten atraídos, pero mientras Cristina desconoce quién es él en realidad, Bruno no sabe cómo se tomará ella las cosas cuando averigüe quién es él.
Y mientras ambos tratan de poner en orden sus sentimientos, una mujer aparece muerta en las cercanías. Su asesino, tiene una cuenta pendiente con Cristina, quien se verá acechada por él.
La novela aúna dos temas que me encanta; romance y peligro. El romance es sereno, una relación adulta, en la que ambos personajes “se visten por los pies”, y es algo que quizá por infrecuente, me gusta encontrarme. En ella se vive el amor, cómo llegan a enamorarse, esos primeros sentimientos, cómo van creciendo en ellos y asentándose, dando forma a algo más fuerte y duradero. El peligro es adictivo e intrigante, aunque creo que es por esta parte por la que flojea un poquito la historia, es donde la veo un poco “light” si vale definirlo así. Pero a pesar de ello me ha gustado, la novela engancha de principio a fin. Los personajes y la ambientación, hacen que sea complicado dejar la lectura a un lado al terminar cada capítulo siempre quieres leer “uno más”. Conseguir eso a lo largo de casi 600 páginas, no es sencillo.
Lo que menos me ha gustado(sin desvelar nada, por supuesto) es el “terrible crimen” del pasado. Durante la mayor parte de la novela sabemos que en el entorno familiar de Cristina hubo un terrible crimen muchos años atrás, pero cuando por fin se desvela, no es tan terrible. A ver si nos entendemos, es terrible por el mero hecho de ser un crimen, claro, por supuesto, pero durante la novela se da a entender que es de una atrocidad especial o que tienen algún componente que lo hace especialmente terrible, y luego resulta ser un simple asesinato aunque ningún asesinato sea simple. Será que tanto leer thrillers estaba predispuesta a algo más fuerte, que al final hasta me molestó la insistencia en que fuera tremebundo y se quedara en lo que se quedó.
Los dos protagonistas me han gustado mucho y el lugar donde se desarrolla la acción también, me gustan mucho las novelas en las que el entorno es parte importante de la trama, y aquí lo es. Un entorno que unas veces provoca paz y otras desasosiego.
En resumen, sin ser un thriller al uso si es una novela que me ha gustado, más como romántica y como narrativa, que como novela de misterio.
Por cierto, hay un personaje secundario que apunta a próximo protagonista, ¡ojala no me equivoque, porque la autora ya ha sentado las bases para que nos enamoremos de él!
Publicada en España por Manderley, consta de 589 páginas y su precio es de 14,95 euros en formato libro y de 6,99 euros en formato ebook.
Lo compré en papel hace poco pero aun no lo he leido.Tengo tantos en mi lista de “tengo,sin leer” que aunque viviera dos vidas creo que no podria leerlos todos. Y ahora con el ebook ni te cuento, la lista es inmensa.
Ya me contarás cuando lo leas, Mari, a ver si coincidimos.
Besos.
Te agradezco mucho que hayas leído la novela, y aún más, que hayas dedicado un tiempo a comentarla. Es un placer comprobar que gusta la lectoras. En cuanto al crimen, hay que tener en cuenta la mentalidad de la época en la que se produce.
Gracias a ti por escribir una novela con la que seguro que muchísimas personas hemos disfrutado.
Es verdad que en el crimen del pasado la época pesa, y si me paro a pensarlo también la posición social, que es algo que recién terminada la lectura no me vino a la cabeza, pero ahora reposándolo lo entiendo. ¡Yo me esperaba algo tremebundo, imagínate!
Saludos.
Es que en la época era tremebundo. En Francia aún existía la pena de muerte en la guillotina, y en España el garrote vil. Un auténtico horror.
Me ha gustado mucho el análisis que has hecho de la novela y la comprensión profunda de la relación entre los protagonistas. De nuevo ¡gracias!
Lo del garrote vil lo sabía, pero lo de la gillotina no lo sabía.
Pues tengo para publicar el jueves o viernes una entrada sobre la cocina en tu novela, que leyéndola acabé con un antojo tremendo de galletas de nata. Ya lo verás, a ver si te gusta.
Feliz día.
[…] Los ojos del bosque, de Lydia Leyte […]
Hola, bonita. He estado fuera un temporada. En Honfleur (Normandía). Y ahora leo lo de tu entrada sobre las galletas de nata. ¡Qué bien! Son, como podrás imaginar, mis favoritas. No sé si has publicado esa entrada, pero me gustaría mucho leerla.
Lydia, ya veo que has localizado la entrada. ¡Normandía! Qué bonito y lleno de paisajes mágicos, espero que hayas regresado contenta y llena de inspiración.