Las luces de Assam, de Janet MacLeod Trotter ha sido mi última lectura. Es la primera entrega de la serie Aromas de té, aunque puede leerse de modo independiente. Es una novela que no sé exactamente con qué etiqueta calificar o en qué género encuadrar, aunque quizá a la que más se asemeje sea al landscape “a la inversa”. Oficialmente lo encuadran en sagas familiares de ficción, y en cierto modo puede serlo aunque no abarca ni una generación entera.
La solterona, de Jana Westwood, ha sido mi última lectura. Es la primera novela que leo de esta autora, pero no será la última porque me han gustado tanto la novela con su trama y caracterización de los personajes y la ambientación, como su forma de narrar.
La chica que lo tenía todo, de Jessica Knoll es una novela que me ha sorprendido muchísimo. Probablemente porque no tenía prácticamente más información que su sinopsis. Y a pesar de los primeros (y muy necesarios) capítulos en los que la protagonista me sacaba de mis casillas, me alegro de haberle dado la oportunidad porque lo he leído de manera adictiva y mi impresión al terminarlo es que ha sido una gran lectura.
Para muchos, el verano es la época del año en la que disponen de más tiempo para disfrutar del placer de la lectura. Algunos aprovechan a ir reduciendo su lista de lecturas pendientes, y a eso aspiro yo también este verano. Otros, prefieren aprovechar para leer libros más sesudos, largos o complicados. Y otros prefieren novelas frescas para leer en verano de manera relajada.
La institutriz silenciosa, de Julie Klassen, ha sido mi última lectura. Una novela bonita, para leer del tirón, diferente a todo lo que he estado leyendo en los últimos tiempos. Y la variedad siempre sienta bien para refrescar y cambiar de chip.
Apaches, de Miguel Sáez Carral, ha sido mi última lectura. Hace unas semanas, cuando publiqué el resumen de marzo 2018 ya os comenté lo mucho que me había gustado la serie Apaches. También las ganas que tenía de leer la novela en la que estaba basada, Apaches, de Miguel Sáez Carral.
Hace ya algunos meses de la anterior etapa de la Vuelta al Mundo Literaria, que nos llevó al norte de Italia. Quedan ya pocas etapas para completar el viaje y seguimos adentrándonos en este país, esta vez en la zona centra del mismo. Así que si te apetece acompáñame en la etapa 33 por Italia central y más concretamente por su capital, Roma.
Si supieras, de Kristan Higgins, es la última novela que he leído. Estoy disfrutando muchos con las novelas de esta autora,, que lo mismo te hacen reír que te sueltan la lagrimilla. A pesar de lo que puedas parecer. Si supieras no es una novela romántica. Al menos y no la definiría así.
Sola ante el peligro es una apasionante novela de intriga de Nora Roberts. Y un telefilme mediocre basada en ella. La primera es una lectura para leer del tirón que te mantiene atrapada de principio a fin. La segunda, una versión de calidad menor, pasable como telefilme de sobremesa pero poco más.
No exactamente una cita, de Katherine Bybee es una novela romántica corta, fresca y entretenida, perfecta para leer del tirón un rato aburrido. Es una lectura amena y sin mayor pretensión que la de hacer pasar un buen rato, algo que sin duda en mi caso ha conseguido.
No sé si estoy en un momento lector extraño o es que he tenido mala suerte con mis elecciones pero mis últimas lecturas podrían resumirse como últimos fiascos. La verdad es que arriesgué, y no tuve acierto en ello. A pesar de algunos de estos libros tenían buenas críticas a mi me han decepcionado.
Hace más de 10 años, allá por 2005, Brokeback Mountain se convirtió en la película del año o poco menos. Será porque no había habido antes una película para todos los públicos sobre una relación homosexual entre dos hombres o fuera por lo que fuera.