Primera Dama, de Susan Elizabeth Philips

Publicado 4 febrero, 2015 por Marhya en Cultura, Literatura, Reseñas / 4 Comments


Me encantan las novelas de Susan Elizabeth Phillips. Tiene una forma de escribir que hace que te enganches a cada nueva historia de principio a final, crea personajes llenos de matices, consigue que en las relecturas siempre saques algo nuevo, es experta en escribir historias aparentemente frívolas llenas de chicha y tiene un sentido del humor que me gusta mucho. Además, tiene un talento especial para hacer que argumentos aparentemente extraños, rocambolescos o de apariencia irreal te acaben pareciendo lo más normal del mundo y resultar hiper realistas y llenos de credibilidad; no sé cómo consigue ésto último pero lo hace, con argumentos que en principio te dejan pensando, al leer la sinopsis como “si, claro”, o “anda ya”, y luego rezuman credibilidad en cada línea y son perfectamente coherentes, posibles y creíbles.

El argumento de “Primera dama” es una muestra de argumento, cuanto menos, extraño. Reconozcamos que no suena pausible ni creíble, pero oye, es ponerte a leerlo, y ni una duda te entra. Es alucinante como en algunas novelas no te llegas a creer ni que la protagonista se tome un café por la mañana, y aquí no pones en duda ninguna situación por extraña que pudiera parecer sacada del contexto de la novela.

Cornelia Case es una joven primera dama de EEUU. Siempre ha estado en el objetivo de los papparazzi tanto como en los de la prensa más seria, primero por ser hija del vicepresidente del país, después por su boda con un senador con ambiciones políticas y después por convertirse en primera dama del país. Es un personaje querido y admirado, pero también milimétricamente observado, examinado y juzgado. Lo que podría parecer que es una vida muy fácil, a ella se la antoja muy dificil. Por una vez desde que nació, querría poder llevar una vida sencilla, conocer de verdad cómo es hacer la compra en el super sin que nadie te mire, sentarse tranquilamente al sol en un banco del parque sin que cuchicheen a tus espaldas o pasear por el campo sin tener al Servicio Secreto detrás.

Cuando Cornelia enviuda inesperadamente, fantasea con alejarse de todo y llevar otro tipo de vida, pero hay quien tiene otros planes para ella; tanto su padre como el sexagenario, viudo y poco atractivo para el gran público (aunque tremendamente honrado, eficiente y trabajador) sucesor, esperan de ella que siga ejerciendo, de alguna manera, las responsabilidades del cargo de primera dama. Dado que es querida por la gente y que el nuevo Presidente no tiene esposa ni hijas, creen que ella es perfecta para seguir ocupándose de ciertas actividades y recordar a la nación que el nuevo Presidente está a su servicio y continúa las políticas iniciadas por su antecesor, por lo que cuenta con el apoyo de la viuda de éste.

Cornelia tiene que aceptar seguir en la vida pública, pero crea un plan para escapar. Sabe que aunque dificil, no es imposible dar esquinazo al Servicio Secreto, y que otros presidentes antes que ella lo lograron. Pero también sabe que su aventura no será muy larga. Sólo espera poder vivir como la gente corriente y disfrutar de su libertad y de las pequeñas cosas cotidianas que habitualmente le son vetadas. Lo que no sabe, es que no vivirá esa aventura sola.

Mat Joric es un periodista desencantado metido en un tremendo lío; en su primera juventud se casó y aunque el matrimonio apenas duró unas semanas, ahora se encuentra conque su ex-esposa ha asegurado que él es el padre al registrar a sus hijas, una adolescente y un bebé. Él sabe a ciencia cierta que ninguna de las niñas es suya, pero ahora que su ex mujer ha fallecido, tiene que demostrarlo con una prueba de ADN y, dado que es un hombre responsable (aunque en ocasiones no lo parezca), encontrar un hogar para las pequeñas. Por su experiencia con unos vecinos en su infancia, sabe que los hogares de acogida no siempre son lo mejor para las niñas, y sin encomendarse a nadie decide llevarlas hasta Ohio, donde vive la abuela materna de las pequeñas, una profesora universitaria temporalmente fuera del país. Hermano mayor de 7 ruidosas chicas, su experiencia como responsable de niñas y adolescentes hace que reniegue de dicha responsabilidad y gruña ante la idea de tener que hacerse cargo de las chicas aunque sea por unos días, pero pese a ello, lo hace. Lo que no puede imaginar, es que en el viaje le acompañará una atractiva embarazada que parece cargar con sus propios problemas.

Como veis, el punto de partida puede resultar un poco extraño, pero la autora logra que sólo te lo plantees antes de comenzar a leer el libro, luego te sumerges en él y todo parece tan creíble que ni lo vuelves a pensar.

Con su forma de narrar habitual, que mezcla lo cotidiano con lo inusual, sus toques de humor y esa manera propia de dotar de una personalidad llena de matices a sus personajes, leer “primera dama” ha sido un placer. Los personajes son los que valen de verdad y no sólo los protagonistas; una se enamora de ellos, de todos ellos, con sus cosas buenas y las que no lo son tanto, y vive el viaje con gusto y una sonrisa en los labios.

No voy a desvelar más de la trama ni de los personajes, porque el verdadero placer es descubrirlos durante la lectura, dejarse llevar por la palabras y sumergirse en su mundo y en sus circunstancias.

Leer a Susan Elizabeth Phillips siempre es un gustazo, y aunque hay otras novelas de ella que me han gustado muchísimo más, ésta me lo ha hecho pasar muy bien.

La novela consta de 464 páginas, está publicada en España por Ediciones B y su precio es de 10 euros.

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4 Responses to “Primera Dama, de Susan Elizabeth Philips”

  1. Pues anda que tú no tienes arte para darnos ganas de descubrir autores desconocidos y novelas :o)
    Y si es muy cierto que en algunos casos lo más improbables está tan bien escrito que resulta la mar de credible!!
    Besos,
    Palmira