Merluza con mejillones

Hoy traigo una receta de merluza con mejillones riquísima, muy sencilla y limpia. Estos días calurosos apetecen mucho este tipo de recetas ligeras y sabrosas, sin complicaciones en la cocina.

Para prepararlo he usado unas tajaditas de merluza de la zona de la ventresca, sin espina, que es uno de los cortes más jugosos y con más sabor de este pescado. últimamente los estoy usando bastante porque me encantan.

Los mejillones que he usado son limpios listos para usar, así te ahorras el proceso de limpieza, que en algunos casos no cuesta mucho pero en otros.. ¡Uff! ¡Cómo vienen algunos!

Esta merluza con mejillones es estupenda para un plato principal de mediodía, ligero y casi festivo. O para una cena especial. En cualquier caso entra de maravilla y si la sirves con la misma sidra bien fría de cocinarla, mejor que mejor.

Con estas cantidades, para 4 personas.

MERLUZA CON MEJILLONES

Ingredientes:

8 tajaditas de ventresca de merluza sin espina, de unos 75-85gm cada una
1/2Kg de mejillones limpios
125ml de sidra espumosa
2 dientes de ajo grandes
1 guindilla de cayena
harina de arroz
aceite de oliva virgen extra
sal

Preparación:

Pela los ajos y dóralos en una sartén amplia con un chorretón de aceite de oliva, junto con la guindilla. Retira los ajos y la guindilla.

Sazona ligeramente la merluza y enharínala con harina de arroz. Ponla en la sartén con la piel hacia abajo un minuto y luego con la piel hacia arriba otro minuto. Vuelve a darle la vuelta y añade la sidra. Deja cocinar 3 minutos.

Añade los mejillones limpios a la sartén, tapa y dejar cocinar hasta que se abran y la merluza estén en su punto (suele coincidir el momento; ambos se hacen enseguida). Durante ese timpo puedes mover la sartén como para hacer un pilpil, para que engrose un poquito la salsa de forma natural.

Sirve enseguida.

 

Consejos:

 

• Puedes preparar una picada muy fina de perejil y cebollino frescos a partes iguales para que quien quiera se la sirva por encima ya en el plato.
•  Te animo a servir este plato después de una rica crema fría de calabacín y antes de unas ciruelas doradas cocidas que puedes servir solas o acompañadas de helado de vainilla, para un menú fresco, rico, sencillo y sabroso.