Etapa 34 de la Vuelta al Mundo Literaria, Sur de Italia y Costa Azul

Hace ya demasiado tiempo que dejé a un lado la vuelta al mundo literaria cuando ya quedaba muy poco para concluirla. La anterior etapa, la 33, nos llevó a Roma, y la  pena por estar cerca del fin del viaje me hizo dejarla a un lado. Pero ahora que no se puede viajar físicamente creo que es el momento de terminar la vuelta. Lo que pasa es que en este tiempo he leído muchas otras novelas ambientadas en otros países, y me han entrado ganas de, en lugar de ponerle fin, dar otra vuelta al globo para vivir nuevas experiencias a través de otras lecturas.

Y en esta es el momento de viajar al sur de Italia y recorrer la costa azul: Mónaco y parte del sur de Francia, con sus paisajes, sabores y ese algo especial que sabe a vacaciones eternas. Y para comenzar la etapa cogemos un avión ¿o mejor un barco? para llegar a la enigmática Sicilia. A medio camino entre lo terrenal y lo espiritual, su aridez, sus aromas y sus secretos puedes vivirlos en novelas como Yo te quiero, de Irene Cao,  la última entrega de una serie que permite recorrer algunos de los lugares emblemáticos de Italia.

Totalmente diferente es El Siciliano, de Mario Puzo, que leí ya hace tantos años que solo recuerdo que trataba sobre la mafia. Un tópico, pero también una realidad que no hay por qué obviar en este viaje literario con escala en Sicilia.

De vuelta a la península itálica subimos hacia Nápoles, donde nos esperan las novelas de la Serie Dos amigas, de Elena Ferrante. Tengo pendiente su lectura y ya me he enganchado a la serie, así que estos días me gustaría tener tiempo para perderme en el pasado de esta ciudad. y tú, ¿Ya las has leído?

Un crucero hasta Montecarlo es buena ocasión para leer Rebeca, de Daphne du Maurier, cuya primera parte transcurre en Montecarlo,  aunque luego se traslada la acción a Reino Unido, concretamente a la costa de Cornualles.

Pasando la frontera, el sur de Francia tiene mucho que ofrecer, aunque sea en combinación con otras ambientaciones. Como ocurre con La luz tras la ventana, de Lucinda Riley, a caballo entres esta zona y París.  O para disfrutar de sus paisajes y sabores, como en Mi historia en la Provenza, de Margot S. Baumann.

Y aquí termina la etapa 34, pero no el viaje. Porque me he propuesto dar una segunda vuelta al mundo a través de otras lecturas, sea repitiendo países y ciudades o llegando a otras nuevas. Eso sí, el recorrido una vez de regreso al punto de partida, quizá te sorprenda y no nos lleve en la misma dirección que en la primera etapa de la vuelta al mundo literaria.