Tras la colina, de Robyn Carr, ha sido una de mis últimas lecturas. Esta sencilla y agradable novela es la segunda de la serie que Grace Valley que comienza con Un lugar en el valle. Una historia coral, aunque al frente esté la doctora June como protagonista, que nos lleva a conocer más de los personajes de la primera y encontrarnos con nuevos habitantes del valle.
La pareja de al lado, de Shari Lapena, es una novela que tenía pendiente de lectura hace ya tiempo y para la que no había encontrado momento. Al fin la he leído y la verdad es que me ha gustado. Es cierto que algunas cosas se pueden adivinar, pero los giros de la trama son interesantes y, sobre todo, fundados, no hace trampas al lector y es adictiva.
Huida, de Simone Wood, ha sido la última novela que he leído. Una novela de intriga que me ha gustado pero que no llega a ser memorable. No sé si realmente se puede denominar thriller o tan solo novela de intriga.
Amenaza entre las sombras, de Linda Howard, ha sido una de mis últimas lecturas, una historia de intriga y romance con personaje perruno incluido.
En casa al amanecer, de Alexis Harrington, ha sido una de mis últimas lecturas. Es una novela entretenida y sencilla, ambientada en una época y lugar poco común en la novela romántica al uso. No puedo decir que haya sido una lectura maravillosa pero sí que he disfrutado de esta historia sin pretensiones.
Solo los locos se enamoran , de Kristan Higgins, ha sido una de mis últimas lecturas. Curiosamente fue la primera novela que publicó. Y este es justamente el motivo por el que no la había leído aún; he disfrutado tanto en los últimos meses con distintas novelas de la autora que tenía miedo de que esta, al ser la primera, no estuviese a la altura. Pero afortunadamente me ha encantado.
Un lugar en el valle, de Robin Carr, es una sencilla y bonita novela, una de mis últimas lecturas. Es la primera vez que leo algo de esta autora y no conocía bien su estilo, pero me ha gustado. No es que la novela sea nada extraordinario, es una novela coral aunque aparentemente protagonizada por una doctora, sencilla y sin pretensiones, pero de lectura agradable.
Para mi, el único, de Kristan Higgins, ha sido una de mis últimas lecturas. En los últimos meses me he convertido en una seguidora entusiasta de las novelas de esta autora, que me hacen reír y me sueltan la lagrimilla. Vamos, que me hacen disfrutar mucho como lectora. Y esta novela no ha sido menos, me ha encantado.
Un lugar donde quedarme, de Jana Westwood, es una entretenida novela que he disfrutado estos días. No es lo que esperaba (no hablo de mejor ni de peor, es que me había hecho una idea diferente sobre la trama y ambientación) pero me ha gustado mucho. A pesar de un final un pelín brusco y casi excesivamente happy end, puedo decir que he disfrutado leyéndolo. No es un novelón, pero es una estupenda lectura de entretenimiento.
Solo un chico más es la última novela de Kristan Higgins que he leído. Aunque se publicó hace unos años, no la había leído aún. Solo hace unos meses que descubrí a esta autora y estoy leyendo poco a poco algunos de los muchos libros que, afortunadamente, tiene publicados en castellano.
Tiempos difíciles, de Melinda Leigh, es un apasionante thriller romántico que me ha tenido en vilo de principio a fin y me ha encantado. Es la primera entrega de una serie, Scarlet Falls, que lleva el nombre de la población en la que transcurre la trama, pero puede leerse de modo independiente. Es decir, que tiene principio y fin y todas las tramas abiertas quedan resueltas. Ojalá traduzcan pronto los dos restantes porque me ha gustado muchísimo.
La chica que lo tenía todo, de Jessica Knoll es una novela que me ha sorprendido muchísimo. Probablemente porque no tenía prácticamente más información que su sinopsis. Y a pesar de los primeros (y muy necesarios) capítulos en los que la protagonista me sacaba de mis casillas, me alegro de haberle dado la oportunidad porque lo he leído de manera adictiva y mi impresión al terminarlo es que ha sido una gran lectura.