Toda la verdad, de Lola Rey, ha sido mi última lectura. Una apasionante novela romántica con un punto importante de intriga y una puerta abierta a lo desconocido en un cambio de registro brutal de la autora, que nos tenía acostumbradas a que sus novelas se ambientasen en la Inglaterra del S. XIX.
Cómo encontrar al marido (im)perfecto, de Tracy Borgan, ha sido mi última lectura. Se trata de la segunda entrega de la serie Bell Habor, de la hace unos meses ya os hable, cuando leí la primera novela, Mi segunda primera vez
Miedo en un puñado de polvo, de John Ives, es la última novela que he leído. Es una novela que me ha gustado, aunque no sé si voy a saber definirla con pocas palabras. Creo que no se parece a ninguna otra que haya leído antes. Es una mezcla de aventura y a la vez un relato de superación psicológica, en una trama cargada de peligro latente y miedo, como su propio título indica.
Su mano sobre mi frente, de Nafisa Haji, es la última novela que he leído. Una historia que se parece muy poco a lo que me había imaginado viendo esa portada que no me decía nada en realidad y que tanta pereza me daba empezar. Un libro que me ha gustado muchísimo más de lo esperado. Ha estado años en una estantería criando polvo. Me alegro de haberlo leído al fin.
Tal como somos, de Nicholas Sparks, ha sido mi última lectura. Es una novela que tenía pendiente leer hace meses, aunque no sabía si “atreverme” o no debido a mi relación de amor/odio con las novelas de este autor; unas me encantan y otras las he terminado con una mala leche tremenda. Afortunadamente, ya puedo decir que Tal como somos pertenece al primer grupo.
El hostal de las ilusiones de Debbie Macomber, es mi última lectura, y la novela de la que os quiero hablar hoy. Es una lectura amable, agradable, de eso que ahora se da en llamar Novelas Feel Good. Después de alguna novela negra, asesinatos, desapariciones y demás, un poco de buenas intenciones, gente buena, todo en la vida se soluciona, no solo viene bien, es que es hasta saludable.
La carta de la discordia, de Elaine Coffman, es la última novela que he leído. Reconozco que me daba bastante perreza empezarla, pero tengo que ir leyendo todos los libros que tengo en casa pendientes. El título no me llamaba mucho, y la portada es simplemente horrenda. Pero al menos transcurría en el Texas post guerra con México. Y bueno, por algún libro hay que empezar, ¿no?
El rastro del miedo, de Laura Griffin es la última novela que he leído. Y me ha encantado. Un thriller romántico, con más de novela negra de que romántica, que me ha atrapado desde las primeras líneas y hasta las últimas, manteniéndome en vilo página a página. Emoción, intriga y desvelos en una novela apasionante.
Abajo el amor, el último libro que he leído, no es una novela cualquiera.Es una novela escrita basándose en el guión original de Eve Ahlert y Dennis Drake, para la película homónima protagonizada por Renée Zellweger y Ewan McGregor. No es habitual que una novela se base en un guión de cine, pero tampoco es algo nuevo.
Mi segunda primera vez, de Tracy Brogan, es la última novela que he leído. Es la primera de una serie ambientada en la población de Bell Harbor, aunque puede leerse de modo totalmente independiente. Una historia divertida y refrescante para leer en una tarde.
Hace unos días volví a leer por enésima vez Valle de sombras, de Nora Roberts. Es una novela que he leído ya varias veces a lo largo de los años, y que aún no había comentado aquí. Es hora de ponerle remedio.
Demasiado peligroso, de Christina Skye, es la última novela que he tenido. Si me daba pereza empezarla, una vez la comencé tampoco es que me enganchara tanto como para animarme a leerla del tirón, precisamente. La he ido leyendo a ratillos por completar uno de mis retos literarios para este año, pero no puedo decir que haya sido una gran lectura.