Tenía muchas ganas de publicar esta receta, pero sólo he podido salvar una fotografía y no es muy allá. No me gusta sacar fotos de comidas para el blog noche porque la luz de la cocina hace unas sombras y unos brillos asquerosos (otras luces de la casa, peor aún), y parece que hasta los colores salen algo diferentes a la realidad. Pero bueno, era o esto o nada, porque eran para servir como postre en una cena y bastante que al menos pude hacer alguna. Y como está tan rico no quería dejar de publicarla.
La gracia para tener una tarta helada es emborracharla bien; si uno se salta ese paso puede tener un mazacote congelado en lugar de una tarta helada, la textura cambia un montón y es una pena. Sobre todo cuidado con el almíbar que no deja de ser agua azucarada, yo no os recomiendo usarlo.
Con este tamaño yo hice 6 tartitas y serví una tartita para cada dos personas, y es una ración bastante generosa. También puedes prepararlas individuales, pero es muy probable que te queden congeladas de más y que se resienta la textura negativamente.
Aunque se puede hacer con otras bases de bizcocho, yo os recomiendo éste porque al estar elaborado con mantequilla y nata (aparte del toque de whisky que luego lleva también en el emborrachado) ayuda a no quedar congelado en un bloque.
Ingredientes:
un bizcocho de chocolate y whisky (aquí la receta)
2 copas de whisky
425gm de chocolate fondant (55%MG)
12Cd mermelada de fresas
2Cd mantequilla sin sal
fresas o fresones para decorar
Preparación:
Fundir la mitad del chocolate al baño maría, mezclar con una cucharada de mantequilla y bañar con ella el fondo y los lados de 6 moldes medianos en forma de corazón. Dejar enfriar bien para que solidifique.
Mientras, retirar la corteza al bizcocho (guardarla para un pudín u otro plato) y cortar su miga en dados; ponerla en una fuente bañada con el whisky para que lo absorba.
Repartir la mitad del bizcocho borracho entre los moldes de manera equitativa; extender dos cucharadas de mermelada de fresas sobre ello y cubrir con el resto de la miga borracha del bizcocho.
Fundir el resto del chocolate igual que al principio, mezclarlo con la mantequilla muy bien y cubrir con ello las tartitas.
Dejar enfriar bien, cubrir con papel film y congelar durante al menos 2 horas (puedes dejarlo días sin problemas).
Para servirlo, decorar con unas fresas o fresones troceados.
Que rica tarta fresquita de chocolate y fresas, que bien te ha quedado, como me apetece tomar un trocito ,me quedo con la receta, me ha gustado mucho el toque de whisky. Besos Juani
Gracias, Juani, me alegro mucho de que te gusten,. Ya me contarás si te animas.
Feliz día.
Nunca me he atrevido a hacer una tarta helada pero pienso que siguiendo tu receta podría animarme. Es algo que me impone aunque más de una vez se me ha pasado por la cabeza.
En realidad, Lola, si es un bizcocho graso y está bien emborrachado, la receta no es más que una tarta clásica puesta a congelar. No le pongas almíbar porque es agua con azúcar y entonces se te va a quedar congelado como un mazacote. Pero si tienes miedo de que se congele en exceso, prueba de primeras con una sola pieza de bizcocho grande, en lugar de varias más pequeñas.
Besos.
Hummmm qué rica!
Me alegro mucho de que te gusten. 😉
Besos.