Jornadas laborales semanales de 65 horas

Publicado 10 junio, 2008 por Marhya en Actualidad / 2 Comments

No, no me he equivocado. Esto es lo que está debatiendo  la UE a instancias de Reino unido y Eslovenia y apoyado por un montón de países (afortunadamente España no, pero todo llegará, porque todo lo chungo acaba llegando). Así de golpe y porrazo los empresarios podrán instaurar una jornada laboral de 65 horas semanales (teóricamente sólo si el empleado quiere, claro, como si el empelado pudiera decidirlo, porque al final ya se sabe, o tragas o te vas a la calle) y de golpe y plumazo se cargan siglo y medio de lucha obrera por la conquista de una jornada laboral de 40 horas semanales.

65 horas a la semana equivale a jornadas de 13 horas de lunes a viernes o a casi 11 horas de trabajo de lunes a sábado o unas 9 y 1/4 horas de trabajo los siete días de la semana.

Tranquilas, ya no tendremos que trabajar y ahorrar para iros de vacaciones, para tomar unas cañas con los amigos, compraros un libro o salir a cenar con vuestra pareja, porque no tendremos tiempo para ello.

Tags:

2 Responses to “Jornadas laborales semanales de 65 horas”

  1. No me lo puedo creer. Hasta hace poco pensaba que Europa iba a ser un contrapunto a EEUU y al capitalismo salvaje, pero está claro que no es así. Esta es la Europa de las multinacionales no de los pueblos ni de sus ciudadanos.
    Ni siquiera es una Europa democrática, cada vez tiene más poder de decisión en detrimento de los estados y, sin embargo, sus organos son poco o nada representativos de los ciudadanos y mucho de los Gobiernos.
    Tengo la impresión de que, cada vez más, se usa la excusa de Europa para aprobar lo que los Gobiernos desean, pero sin enfrentarse en los parlamentos, ni ante la opinión pública de su pais. Una puerta trasera para colarnos lo que les de la gana y decir que “es que Europa nos lo impone”
    Mal, muy mal… vamos para atrás. A este paso las empresas no se irán a China, estaremos igual de jodidos que ellos.

  2. Con lo que has dicho, Martinez, poco más se puede añadir.

    En lugar de ayudar a evolucionar a otros países para competir todos en oportunidades, nos hundimos a la altura de los que menos derechos tienen (sus ciudadanos, quiero decir) y así competimos en igualdad. Alucinante.